17/8/15

Comunicación


¿Por qué y para qué nos comunicamos? Son las preguntas que surgen en mí cuando leo esta frase y las preguntas que han surgido muchas veces cuando he escuchado debates en la televisión. Pero también puede ser la pregunta que podemos hacernos tras las muchas discusiones en las que solemos meternos en muchas ocasiones. 

¿Hablamos y escuchamos para saber más, o para o tal vez para intentar tener razón ante nosotros mismos, o ante otros, sobre aquello que hablamos? Son dos cosas muy diferentes y con resultados también muy distintos.

El arte de escuchar deja a un lado muchas veces lo que nosotros pensamos, creemos o sentimos para centrarnos en lo que "podemos aprender" de los demás, de la vida e incluso sobre nosotros mismos. Mientras queramos defender a capa y espada lo que pensamos o creemos, nos cerramos a aprender algo nuevo sobre los demás, sobre la vida y sobre nosotros mismos.

Lo importante de la vida es lo que siempre podamos descubrir y aprender de ella sin miedo a que nos vemos cuestionados, puesto que sentirse cuestionado nos ayuda a arrojar más luz sobre  la vida en sí. Defendernos puede alejarnos de los demás e incluso de nosotros mismos.




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