No siempre las cosas vienen como uno quiere. Lo importante de esos momentos no es lo que sucede en sí, sino como reaccionamos ante lo que sucede.
- Hay momentos en los que nos enfadamos con la vida. No aceptamos lo que pasa. Refunfuñamos todo lo que podemos e incluso solemos pagarlo con aquellos que nos rodean.
- Tal vez aceptamos con toda naturalidad que las cosas son así y nos resignamos a vivir con lo que nos ha tocado vivir.
- Aceptamos la situación pero no perdemos la perspectiva de lo que queremos y desde lo que nos toca vivir intentamos construir algo positivo.
Hace unos días, curiosamente, tres equipos grandes de la liga española comenzaron perdiendo sus respectivos partidos y desde los primeros minutos del partido. Los tres que comenzaron perdiendo ganaron el partido al final. ¿Qué sucedió?
Cuando perdemos el tiempo en la queja, el llanto, la frustración o cualquier otra actitud negativa le estamos dando más importancia a lo que nos ha pasado que a lo que queríamos conseguir. ¿Resultado? Perdemos la concentración y el enfoque de lo que queremos con lo que tenemos todas las papeletas para perder y no conseguir lo que deseamos.
Cuando aceptamos y nos resignamos dejamos de confiar en nosotros mismos y en aquello que buscamos por lo que lo más natural es que abandonemos nuestros sueños y nos rindamos. El camino se queda ahí y nos abandonamos a las circunstancias sin sacar provecho de ellas.
Cuando aceptamos lo que hay, confiamos en nosotros mismos y en aquello que hacemos y buscamos los cientos en contra no hacen otra cosa que animarnos a buscar nuevas oportunidades, a ser creativos y a aprender algo nuevo.
La vida nos va enseñando, sobre todo a partir de las experiencias negativas o frustrantes. Y todo parte de la confianza que tenemos en nosotros mismos y de la apertura a aprender de la vida y de sus circunstancias-
La otra es es creer firmemente en nosotros mismos. Valemos y a pesar de que los vientos soplen en contra podemos aprender a ser nosotros mismos en esas circunstancias.
La tercera es creer en lo que buscamos. Cuando creemos en algo vamos a por ello a pesar de los obstáculos. De la misma manera que el agua recorre su camino sorteando obstáculos nosotros los tendremos que pensar en los obstáculos como retos a superar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario