Ayer tocó dar una charla sobre ventas. Compartí un poco mi experiencia. No soy de los que les gusta vender cualquier cosa sino aquello que realmente me convence. Destaqué tres puntos que considero importantes en el nuevo sistema de la economía que tiene unas entradas fijas y otras residuales.
- La experiencia: Siempre me han dicho, y lo comparto, que es mu difícil convencer a alguien de lo que tu no estás convencido. Cuando pruebas un producto y te convence pasas de venderlo a recomendarlo. La recomendación conlleva el convencimiento de lo que ofreces y el lenguaje no verbal con que lo expresas. Cuando estamos enamorados de alguien se nos nota en la mirada, en la forma de vivir y en la forma de hablar de esa persona. Cuando un productos, una creencia o una filosofía nos convence la mostramos con el mismo interés y la misma pasión con la que nos mostramos cuando estamos enamorados. Nadie puede obviar la evidencia de lo que decimos cuando lo expresamos con palabras y con expresiones corporales.
- Asesorar e invitar. Lo que llevamos dentro no podemos evitar comunicarlo. Tanto lo positivo como lo negativo se dejan ver en el rostro, en las actitudes y en las palabras. Compartimos lo que nos gusta y lo que no. La venta de productos, así como de valores morales, se evidencia cuando es importante para nosotros. Somos incapaces de callárnoslo. Queremos hacer participes a los demás de nuestra experiencia. No vendemos. Compartimos, y al compartir estamos invitando a asumir y a adquirir nuestra propia experiencia.
- Hacer una red. Cuando la experiencia se transmite a "varios" se va creando una red y un efecto espiral o viral que de forma inconsciente. Queriéndolo o no nos convertimos en líderes, en estandartes de aquello que creemos y ofrecemos a los demás.
Lo más importante es que esta experiencia es totalmente personal y no depende de la aceptación de los demás. Se hace desde el convencimiento y desde la libertad, una libertad que no obliga ni impone sino que simplemente hace participe e invita. Va mucho más allá de la competitividad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario