Hoy vino a mí un pequeño video sobre la motivación interna y la motivación externa. Me hace pensar porque siempre he pensado que la motivación externa: premios, objetivos materiales, reconocimientos sociales o éxitos frente a otros, suelen ser armas de doble filo porque, ¿qué pasaría si esos objetivos no se dan? Y si se dan, ¿qué pasaría al cabo de un tiempo una vez pasado el éxito concreto? ¿Qué ocurre cuando dependemos de objetivos externos a nosotros. Son efímeros, pasan, suceden y se quedan atrás en nuestra vida.
La motivación interna, por el contrario, no depende de factores externos sino más bien de uno mismo. Consigas o no los objetivos que te propongas a nivel externo el gusto y el placer está en el camino que se recorre. Es una experiencia que te ayudar a sentir que vives, que existes, que estás en constante proceso de crecimiento y de desarrollo personal. No es lo que recibes desde fuera lo que te reconforta, sino el proceso interno que te hace sentir satisfecho contigo mismo.
Los resultados son importantes porque pueden llegar a confirmar el trabajo y el proceso realizado, pero la verdadera confirmación no es tanto la que viene de fuera, sino el proceso personal que uno realiza porque bien es sabido que detrás de muchos éxitos públicos conseguidos se hayan muchas vidas personales insatisfechas a pesar de los logros conseguidos.
Es por ello que sigo pensando que es la motivación interna la que nos ayuda a caminar y sobre todo a levantarnos en los momentos en los que caemos en la vida. Nos levantamos por nosotros mismos y por el sentido que le damos a nuestra propia persona y a nuestra propia vida.
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