28/2/14

Tener un buen día, una buena vida


Todo en la vida tiene su sentido, lo que sucede es que no aceptamos la realidad tal y cual es. Cuando no lo hacemos nuestra vida se para en ese instante, se fija en ese acontecimiento, se encarcela en esa realidad mientras todo fluye y continua. Como dice esta frase del Rincón del Tibet, elegimos cargar con lo que no queremos. ¿Qué curioso, no? Elegimos lo que no queremos.

Somos prisioneros de metas, de sueños, de ilusiones, de ideas, de creencias, de personas, de esquemas mentales. Lo somos y no nos damos cuenta. Solamente cuando aparece el mal día y tenemos la capacidad de verlo de forma libre nos damos cuenta de que hay una realidad en nosotros que rechaza la realidad de la misma vida: es nuestra lucha contra lo que no aceptamos o contra lo que no tenemos o no hemos conseguido. Somos esclavos de ello.

Es curioso que muchas veces cuando esto nos pasa nos damos cuenta que buscamos fuera de nosotros mismos lo que tal vez está dentro. Cada realidad nos muestra, por una parte, lo que la vida es y, por la otra, lo que nosotros somos ante la vida. Preferimos criticar o quejarnos de la vida en vez de aprender a crecer a través de lo que la vida nos presenta.

Es ahí donde la vida se convierte en un bonito y auténtico puzzle, un puzzle en el que tenemos que ir encajando todas y cada una de las piezas de las que se forma la vida, la misma realidad. Ello requiere algo tan sumamente importante cómo es la tranquilidad. Esta virtud es la que nos permite ver, observar, pensar, buscar salidas, alternativas, soluciones hasta que, al hacerlo, vemos que en la vida todo encaja y todo tiene su sentido.

Es nuestra capacidad de no pararnos ante el dolor, sino la de seguir mirando hacia adelante intentando el armar el bonito puzzle de la vida que nos ayuda a ser auténticamente felices hasta el punto de ser parte de la misma vida que es capaz de generar vida en las circunstancias adversas que nos podemos encontrar en cualquier momento.

Vivir el dolor, vivir la alegría, vivir el momento es importante. Ser libres ante ello, también. Ser libres para tomar y para dejar. Ser libres para seguir viviendo y buscando en medio de los desiertos el agua que hará florecer en medio de la arena árida cualquier tipo de vergel. Libres, sí. Libres para vivir. No es libre el que hace lo que quiere, sino el quiere y vive lo que hace.


27/2/14

Ricos, pobres, indiferentes....


Hace unos meses realicé un proceso de Coaching con el el equipo de Robert Kiyosaky. Fue enriquecedor porque te ayuda a ser realista cuando te planteas algo que generalmente nunca nos planteamos: la libertad financiera, esa libertad que nos permite vivir sin tener que trabajar directamente y que se basa en tener una serie de bienes o estrategias que trabajen para ti sin tener que estar tu presente en el trabajo.

Parece un tanto utópico, pero no lo es. Es tan real como la misma vida. El problema radica en que hemos sido educados para trabajar, cobrar el dinero y ahorrar o gastarlo. Pocas, muy pocas veces, se nos ha educado a tener en cuenta otro factor clave ya no en la riqueza, sino en la tranquilidad y en la libertad financiera: invertir.

Podemos invertir en la compra de viviendas, rentarlas y vivir de esas rentas. Podemos "inventar" algo y vivir de los derechos de lo que inventamos. Podemos escribir libros sobre aquello que nos gusta y editarlos. Podemos construir una red de trabajo y vivir de lo que otros que están por debajo de nosotros trabaja y cobra. Hay muchas manera de de salir adelante en la vida y que son desconocidas para nosotros.

Kiyosaky ve que hay cuatro formas de llevar la economía:

  • Empleados. La realidad más usual. Trabajamos para otra persona, para una empresa. Cumplimos nuestras horas de trabajo una y otra vez y siempre estaremos cobrando lo mismo. Tal vez nos suban el sueldo de vez en cuando o subamos en el escalafón, pero la realidad es que tendremos un techo por arriba y dependeremos constantemente de ese trabajo.
  • Autónomos. Yo soy un autónomo. Trabajo para mi mismo. Hasta hace poco era autónomo y trabajaba para una multinacional. Cobraba el 40% de lo que yo producía. Poco después opté por independizarme y cobrar el 100%. Fue un adelanto en mi independenccia pero con el inconveniente de tener que luchar solo contra viento y marea, teniendo que hacer frente a las adversidades. Tengo que reconocer que la vida me ha sonreído y que he conseguido frutos para dar un tercer paso.
  • Empresario. Estoy en el camino. He iniciado un proceso, pero no con una tipo de empresa institucional en la que tengo que arriesgar. He optado por trabajar en redes de personas, un tipo de trabajo en el que consigo en estos momentos una buena cantidad fija semanal por mi trabajo y a parte cantidades residuales por el trabajo que obtengo de personas que quieren iniciar un negocio como en el que yo mismo me he involucrado. Es lo que llamamos cobros residuales. Produzca o no, yo sigo cobrando. Pero como es un trabajo que me gustas opto por las dos cosas al mismo tiempo, por lo que estoy más cerca de esa libertad financiera que deseo.
  • Inversor. También lo soy. He invertido en una franquicia en la que he tenido que arriesgar una cantidad y que afortunadamente la veo prosperar semana a semana. Si las expectativas se cumplen y sin tener en cuenta los residuales que me pueden llegar, espero revalorizar la inversión en un "800%" en un año, sí, un ochocientos por ciento.
Puedo asegurarte una cosa: el dinero en el banco, por muchos intereses que te den se devalúa y se echa a perder. El dinero que inviertes ya sea en una franquicia como la mía, como en propiedades inmobiliarias, como en libros, es dinero que trabaja para ti y no tu para el dinero. Es por ello que me siento satisfecho con la inversión realizada a primeros de año que, por cierto, si quieres saber de que va no tienen más que informarte aquí. Te pedirá unos datos. No te preocupes, es una página mía.

El ahorro tan solo favorece a unos cuantos, a los que guardan e invierten nuestro dinero. Invertir, emprender y crear flujo de dinero nos favorece a todos. La riqueza a la que podemos llegar todos nos la han ocultado desde hace mucho tiempo, no nos han enseñado a invertir, a arriesgar de forma inteligente y a ser libres financieramente. Mejor seguir subyugados ante el poder de los demás. Yo doy gracias a Dios, y toco madera, por la decisión que he tomado que me hace ver el futuro de forma mucho más agradable.


26/2/14

Éxito



Hoy ha sido un día de esos en los que te sientes satisfecho. Primero por empezar el día con una buena caminata. Hacía tiempo que no realizaba ejercicio. La operación me ha retenido un poco en casa. Necesitaba caminar y lo hice a un buen ritmo.

Aproveché la hora de caminar para ir escuchando a Camilo Cruz sobre las reglas del éxito. El éxito, reafirmaba, no llega por casualidad sino que es fruto de la determinación y de marcarse unos objetivos hacia los que ir. Como el decía, los objetivos no son lo único, sino que el "por qué", la "motivación" es otra parte importante del éxito. Si la motivación está ahí tenemos combustible para arrancar y proseguir en los momentos más duros.

Me gustó también la importancia que le daba al juntarse con personas que aspiran y respiran los mismos ideales que uno. Me resultó simpático los ejemplos que ponía: "Si quieres ser un buen borracho, busca siempre estar con el mejor borracho que conozcas. Si quieres estar enfermar de la gripe, visita a gente que tenga esa enfermedad y está un buen rato con ella. Si quieres tener éxito, rodéate de gente que lo ha tenido y de gente que lo busque. Somos nosotros los responsables de prepararnos para el éxito y de buscar las herramientas y las personas que nos puedan ayudar a conseguirlo.

"No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy", "no busques excusas", "no trates de ser perfecto para empezar, porque sino jamás empezarás o lo harás muy tarde". Es éxito comienza desde la misma pobreza o desde las propias limitaciones, desde el momento que la asumes y desde el momento que empiezas a construir desde ellas. "Caminante no hay camino, se hace camino al andar...., paso a paso".

Actitud de servicio y de querer significar algo en la vida de los demás. Impactar en la vida de los demás le da sentido a tu vida, sentido de que eres útil, sentido de que la vida es construir para ti y para los demás. Me impactó mucho cuando recordó la definición que alguien tenía sobre el infierno: "El infierno es el llegar al día de tu muerte y ver un espejo lo que has sido y lo que no has querido llegar a ser".

Más tarde tuve una reunión de esas con las que te quedas con ganas, reuniones en las que aprendes de lo que otras personas saben y hacen en la vida. Me sentí realmente enriquecido y me siento ilusionado de estar trabajando con un grupo de gente que quiere comerse el mundo, en el sentido de las ganas y de la ilusión que tienen de triunfar. Quedé tan contento que creí oportuno convocar una reunión cuanto antes. No podemos dejar pasar de largo tanta riqueza en ilusión, en ganas y en talento.


25/2/14

Lo que uno es.


Me encanta esta pequeña fábula que refleja lo que es nuestra realidad diaria en todos los sentidos. Lo que vemos, generalmente, es el fruto de lo que deseamos y queremos ver, es decir, un reflejo de nuestra realidad interior.

No hartamos hasta la saciedad de criticar a los demás. Jung diría que es una proyección de nuestra realidad interior. Me lleva a pensar en aquel episodio en el que llevan a María Magdalena ante Jesús por haber sido sorprendida en adulterio y por lo cual, según la ley, tendría que ser lapidada hasta la muerte. Jesús se limita a escribir en el suelo, ¿el qué?, nadie lo sabe pero suponemos que la realidad de cada uno de los que levaban una piedra en la mano. La realidad que desde "el más mayor hasta el más joven" fue incapaz de lanzar una sola piedra. ¿Por qué? Quizás porque se vieron reflejados en el espejo de la propia vida. Y vete tu a saber si alguno de ellos fue participe del adulterio. 

También me me hace recordar al fariseo y al publicano. Uno pidiendo perdón y otro dando gracias a Dios porque no era como el publicano. Paradójico, ¿no? A veces lo que más nos molesta de los demás no es otra cosa sino de lo que no aceptamos o incluso detestamos de nosotros mismos. Ya lo decía Jesús cuando hacía referencia a la impureza de los alimentos: No son los alimentos los que nos hacen impuras a las personas, sino lo que sale de nuestro propio interior.

¿Cuántas veces somos víctimas de nuestros propios prejuicios, de nuestras imaginarias percepciones de la realidad o de las personas que nos rodean o de las intenciones de los demás? Llevamos mucha carga en la cabeza, una carga que nos impide ver la realidad y ver a los demás tal y cual son y no tal y como nosotros imaginamos.

Nunca estaría demás el preguntarnos cuando vemos algo si es fruto de la realidad o de lo que queremos ver o escuchar. La respuesta siempre está dentro de nosotros mismos. Juicios y prejuicios nos alejan de la realidad simplemente para intentar cuadrar la nuestra.


24/2/14

Deshojando la margarita


Son muchas las veces las que nos vemos en la encrucijada de la vida de tomar decisiones. Siempre tenemos argumentos para tomarlas en un sentido u otro. Son muchas las veces en que tomamos decisiones en contra de lo que queremos llevados por las dudas y las desconfianzas hacia la vida y hacia las intenciones de los demás. Mientras tanto la vida sigue, el tren no se para y, ¿quien sabe?, si el tren volverá a pasar y nuestros sueños los podremos retomar.

Lo curioso de todo es que preferimos seguir viendo más de lo mismo a pesar de no sentirnos satisfechos con lo que tenemos. El miedo a lo que podamos encontrarnos en aquello que se rodea de incertidumbre puede sobre nosotros y hace que no demos el paso por mejorar nuestra propia situación. Comprendo lo que es vivir en la duda, en la incertidumbre y, sobre todo, en el riesgo de tener que jugarnos lo mucho que nos ha tocado ahorrar en la vida.

Mientras seguimos por el mismo sendero de la vida, seguiremos dependiendo de las mismas circunstancias y de las mismas personas. ¿Qué pasaría si hoy diera el paso que el miedo me impide dar? Pues simplemente que no me quedaría más remedio que nadar, que remar o que aceptar haber dado el paso. Cuando lo acepto y lo vivo todo cambia. Comienzan a aparecer señales que antes no aparecían por culpa del miedo que ocupaba toda la mente. 

Una mente abierta comienza a captar y a desarrollarse hacia la luz, tal y como lo hacen las plantas que desde la oscuridad del seno de la tierra buscan la luz. Inmersos en aquello que queremos solo tenemos un camino delante, el que hemos elegido y al que nos hemos lanzado. Vivirlo es amarlo; amarlo es aprender de él y aprender de él es aprovechar lo que nos aporta aún siendo extraño para nosotros. 

¿Qué sueño paraliza el miedo hoy en tu vida?
Si no tuvieras miedo, ¿qué paso darías hoy?
¿Qué dice el miedo de mi mismo? ¿Y que dice el miedo que me frena del objetivo que yo tengo en mente?
¿Qué paso, aunque sea pequeño, puedo dar para romper el miedo?


21/2/14

Éxito y miedo al reisgo



“No huyas del riesgo
 por miedo al fracaso, 
o jamás probarás 
las mieles del éxito”

Mónica Esgueva

¿Has tenido miedo alguna vez al fracaso? ¿Has dejado de hacer algo que te ilusionaba por miedo a ese fracaso? ¿Cómo vencer el miedo al fracaso?

Todos tenemos experiencias en las que el miedo nos ha frenado a la hora de conseguir algunos objetivos, metas, deseos o ilusiones. ¿Cómo nos hemos quedado en esos momentos? Frustrados, con un sentimiento de cobardía, con cierta rabia de vernos paralizados y con una baja autoestima de no ser capaces de superar nuestras propias creencias irracionales.

El riesgo es un factor que viene con la misma vida. Desde que nacemos rompemos con el cordón umbilical que nos da calor, cariño y seguridad. El riesgo de salir del vientre materno inicia su andadura con el primer llanto que rompe la seguridad en la que habitábamos. La vida es riesgo, pero el riesgo asumido es el principio de cualquier tipo de aprendizaje.

Nos arriesgamos a caminar cayendo una y otra vez, pero siempre levantándonos hasta conseguirlo. Nos arriesgamos a indagar en lo nuevo hasta conseguir que alguien nos regañe por haber traspasado los límites. Nos arriesgamos a vivir con esa valentía que tenemos de niños hasta que los adultos nos frenan con toda clases de precauciones, prudencias y seguridades de la vida. Predicamos que no queremos que nuestros hijos pasen por lo que nosotros hemos pasado cuando nosotros somos el fruto de nuestra propia experiencia y de nuestros propios errores.

Huir del riesgo nos aparta de la posible miel del éxito. Pero lo mejor es vernos frentes al miedo y frente al éxito. Conocer de cerca lo que el éxito supone en nuestra propia vida personal y lo que el miedo tiene de imaginario o de real, de nocivo o de realista. Dicen que el conocimiento ahuyenta al miedo, ¿por qué? Porque con el conocimiento sabemos la realidad de aquello que afrontamos y la verdad de nosotros mismos.

Nuestra propia aceptación, la de nuestros miedos y la de nuestra realidad nos lleva a vivirlo con calma y con conocimiento y de ahí con libertad para poder traspasar los limites del miedo.


20/2/14

Libertad Financiera



Ayer y hoy ha habido un tema que ha rondado la mente de personas con las que me he reunido. Se percata en la vida de las personas lo ajustado del presupuesto familiar o personal de cada uno de ellos. Recuerdo que Marco hacía referencia a una frase que he escuchado en más de una ocasión: "En el colegio, la escuela, no se nos educa a manejar inteligentemente el dinero. De hecho pasa por mi mente un pequeño ejemplo o propuesta:

Si tuvieras en estos momentos en tu poder un billete de 100 dólares o de 100 euros, ¿qué harías con él?

Si tu mismo te respondes tal vez observes que hay dos palabras que vienen a la mente rápidamente: una es "ahorrar" y la otra "gastar o comprar lo que necesite". Pocas veces viene a nuestra mente la palabra "invertir", entendiendo por "invertir" la capacidad de hacer posible que ese dinero tenga más valor al cabo de un tiempo.

¿Conocemos mucha gente que invierte a nuestro alrededor? Tal vez no. Estamos en el grupo de los que ahorra y gasta. Yo soy uno de ellos que ha metido el dinero en el banco y he visto como poco a poco ha ido bajando hasta que un día opté por invertir.

Invertir, en términos de Robert Kiyosaky, es hacer que el dinero trabaje por ti y no tu por el dinero. ¿Cuál es la diferencia? Que si yo trabajo día tras día genero ganancias, pero el día que deje de trabajar dejo de generarlas. El dinero no me ha servido para nada sino para sobrevivir y ahora que no trabajo veo como va decreciendo.

Cuando invierto el día que deje de trabajar no pasa nada, porque el dinero que he invertido sigue trabajando sin necesidad de "mi trabajo". ¿Cómo?
  • Imagínate que compro un piso y lo pongo a rentar. El dinero de la renta viene a mí, trabaje o no.
  • Imagínate que tengo dinero en acciones en la bolsa: generan dividendos y van creciendo o bajando de valor sin mi presencia.
  • Imagínate que trabajo en un sistema de multinivel; Genero el dinero de mi propio trabajo y el dinero de aquellos que trabajan gracias a mí.
  • Imagínate que escribo un libro o una canción: Lo escribo una vez, pero cada vez que se canta o se lee, voy cobrando mis derechos.
  • Imagínate muchas situaciones más en la que además de trabajar cobras una y otra vez por lo ya trabajado hace una semana, un mes, uno o varios años. 
Hay ingresos activos que requieren de mi presencia y de mi constante trabajo. Es un sistema en el que estamos la inmensa mayoría. Hay ingresos pasivos, en los que no nos han educado, y que son los ingresos que nos darían la posibilidad de seguir viviendo sin tner que trabajar pero sí de lo ya trabajado.

Hay tres ejes importantes para vivir con cierta tranquilidad y libertad financiera: Ahorrar, trabajar e invertir. En la medida en la que trabajamos los tres aspectos estamos construyendo libertad financiera y seguridad a todos los niveles.


19/2/14

Estar abiertos



Me gusta esta frase de Eric Hoffer. En tiempos de cambio hay que estar abiertos a cualquier pequeño signo que nos indique el camino a seguir.

Hace tiempo leí el libro "¿Quién se ha llevado mi queso?" Refleja las dos actitudes típicas de la vida ante los momentos de cambio o de adversidad: la del que se queda llorando por lo que no hay y la del que sale en búsqueda de lo que quiere que suceda. En otras palabras, la de los que no hacen nada ante las situaciones de la vida y la de los que hacen algo, para que lo que quieren que suceda llegue a ocurrir.

En este sentido me ha gustado la reunión que he mantenido esta tarde con un grupo de compañeros que estamos comenzando a construir un proyecto de libertad financiera utilizando las herramientas que la misma vida nos pone delante.

Para ello nos damos cuenta de que hacen falta varias cosas:
  • Visión de futuro. No es posible llegar a donde antes no te lo has imaginado en la mente. Tener la visión de lo que quieres te abre la mente a otra realidad no menos importante: el cómo lo vas a conseguir. Curiosamente en la reunión se dejaba a un lado a un grupo de personas que, en principio, no reunían las cualidades o los elementos necesarios para poder alcanzar esta libertad financiera. Sugerí una actitud diferente: ¿Y si les ayudamos a poder conseguir esas cualidades o elementos? 
  • Los problemas no son tal; son retos. Retos a buscar caminos para conseguir solventar los obstáculos. Cuando nos lo tomamos como retos siempre sigue surgiendo la pregunta mágica: ¿Cómo? Mágica y poderosa, pues es una pregunta que te abre y no te encierra; una pregunta que te da esperanzas y no te las quita.
  • El equipo. Algo fundamental. 5 cabezas piensan más que una. !0 manos pueden más que dos. Un equipo de personas aporta mucha más riqueza y sabiduría. Un equipo apoya e ilumina en los momentos de oscuridad. Pero requisito fundamental es que haya una "visión compartida", es decir, "remar en la misma dirección.
El Jueves una segunda reunión para ir perfilando detalles, estrategias, contenido. Pero como decía al principio en momentos de cambio hay que estar dispuestos a aprender, a ver alrededor, a saber utilizar nuevas herramientas. Cerrarse en lo aprendido nunca es garantía de vivir con mayor calidad de vida. Somos parte de la naturaleza y la naturaleza nace, crece, cambia, se transforma. Es contínuo cambio y movimiento.

¿A qué barco de la vida podemos subirnos hoy? ¿A qué nos invita la vida a cambiar y a experimentar?


18/2/14

Sacarle partido a todo



Un aguador de la India tenía sólo dos grandes vasijas que colgaba en los extremos de un palo y que llevaba sobre los hombros. Una tenía varias grietas por las que se escapaba el agua, de modo que al final de camino sólo conservaba la mitad, mientras que la otra era perfecta y mantenía intacto su contenido. Esto sucedía diariamente. La vasija sin grietas estaba muy orgullosa de sus logros pues se sabía idónea para los fines para los que fue creada. Pero la pobre vasija agrietada estaba avergonzada de su propia imperfección y de no poder cumplir correctamente su cometido. Así que al cabo de dos años le dijo al aguador:
 -Estoy avergonzada y me quiero disculpar contigo porque debido a mis grietas sólo obtienes la mitad del valor que deberías recibir por tu trabajo.
El aguador le contestó:
 -Cuando regresemos a casa quiero que notes las bellísimas flores que crecen a lo largo del camino.
Así lo hizo la tinaja y, en efecto, vio muchísimas flores hermosas a lo largo de la vereda; pero siguió sintiéndose apenada porque al final sólo guardaba dentro de sí la mitad del agua del principio.
 El aguador le dijo entonces:
-¿Te diste cuenta de que las flores sólo crecen en tu lado del camino? Quise sacar el lado positivo de tus grietas y sembré semillas de flores. Todos los días las has regado y durante dos años yo he podido recogerlas. Si no fueras exactamente como eres, con tu capacidad y tus limitaciones, no hubiera sido posible crear esa belleza. Todos somos vasijas agrietadas por alguna parte, pero siempre existe la posibilidad de aprovechar las grietas para obtener buenos resultados.


Me encantó esta pequeña fábula cuando la leí hace unos años. Ésta y otras tantas con la del "billete de arrugado", "puede que si, puede que no", etc. Algún día hablaré de ellas. Hoy quiero ceñirme a ésta porque tiene algo que me gusta y que me llama poderosamente la atención.

Todos estamos muchas veces ofuscados en resaltar los detalles negativos de nuestra vida y la verdad es que si nos ponemos a buscar defectos o limitaciones en nosotros mismos o en los demás las listas serían larguísimas. Dice el refrán que "no hay mal que por bien no venga". En esta historia, la verdad, es que nos da una lección impresionante en el sentido de que lo que nosotros consideramos defectos a veces pueden ser virtudes o lo que es lo mismo a situaciones que nos vienen en contra podemos sacarle partido.

El partido se lo sacamos cuando no nos dejamos invadir por la frustración o por las expectativas que tenemos. Partir de lo que hay y ver lo que se puede hacer, precisamente, a partir de ahí es una actitud totalmente diferente y positiva.

Imagínate en el más sencillo de los casos que tienes sobras del día anterior. ¿Cuántas veces no hemos confeccionado buenos platos partiendo de las sobras? Hoy hecho un vistazo a mi vida y a la de mucha gente y veo como a partir de los palos de la vida hemos construido lazos importantes , actitudes positivas y experiencias más enriquecedoras. Miro a cantidad de gente que ante una ceguera, una minusvalía o situaciones traumáticas han rehecho su vida, han competido en deportes, negocios o aspectos sociales y han llenado su vida de un gran aliciente.

¿Cómo puedo utilizar mis limitaciones o lo que otros consideran fallos? ¿Qué aportan a mi vida de positivo? ¿Cómo echo una mano a los demás o a la misma vida con un cántaro medio agrietado? Si de las grietas pueden surgir flores, de las que tienen nuestras vidas pueden surgir vida y en abundancia. Solo hace falta sacarle la utilidad y el lado positivo.


17/2/14

Ser y dejar ser


Este bonito cuento lo vi ayer en Facebook. Me gustó y lo compartí. Hoy hago una pequeña reflexión sobre él.

¿Cuántas son la veces en las que las muchas realidades externas nos afectan? Sean personas o circunstancias, nos afectan al punto de cambiar de humor o de actitud ante esas mismas personas o circunstancias. En el fondo, dependemos de ellas.

Darnos cuenta de esa dependencia es un primer paso para reconciliarnos con nosotros mismos, pues en el fondo los elementos externos no tienen la culpa, sino nosotros que nos dejamos influenciar por ellos.

Ser libre es permitir que el otro o que la misma vida sea la que es sin intentar modificarla y nosotros seguir siendo los mismos frente a las circunstancias o personas que no son como a nosotros nos gustaría que fuera,

Ser consciente de lo que yo soy y de los que los demás son y de lo que la vida es, es la mejor manera de cargar cada uno con su propia realidad sin que nos llegue a afectar negativamente.


14/2/14

La decisión más difícil.



Hay decisiones que pueden tener trascendencia en nuestra vida, hay otras que no tanto. Hoy han aprobado una ley en Bélgica en la que aprobaban la eutanasia infantil sin limite de edad. Dentro de esa decisión entrar como partes primordiales el niño que decide morir y los padres del niño que aceptan y apoyan la decisión del hijo. Nada fácil. Decisiones, y nunca mejor dicho, de vida o muerte. Y dentro de esas situaciones se barajan ámbitos de sentido común y decisiones o visiones un tanto morales: nadie puede decidir sobre la vida y la muerte sino Dios, rezan nuestras tradiciones religiosas.

¿Es fácil para una persona decidir querer morir y querer acabar con su vida? Tal vez la parte más afectada lo tiene más claro: hay vidas que para uno no tienen sentido. De hecho y sin llegar a la eutanasia, ¿cuántas personas hay que deciden quitarse la vida? Podemos decir que en medio de la tormenta no son capaces de ver el sol que puede venir. Pero hay situaciones inminentes de muerte donde la vida depende tan sólo del tiempo y de las máquinas. ¿Tiene sentido el prolongarlas?

Somos muy humanos a la hora de sacrificar animales que están ya en situaciones que no somos capaces de ver. Son muchas personas las que llevan a su animal o mascota al veterinario para que con una inyección les ayude a morir y salvar todo un proceso de sufrimiento. Lo hacemos por ellos, por los animales. ¿Y por las personas?

No es fácil tomar decisiones de este tipo, máxime cuando está en juego la vida de alguien a quien quieres pero, ¿se puede en nombre del amor evitar el sufrimiento inútil y sin sentido? Tal vez sea una señal de amor y de amor profundo, un amor que opta por la persona más allá de las leyes y de las morales de turno. Quizá sea un amor profundo el optar por la muerte y al mismo tiempo por la vida, porque desde la misma fe sabemos que la muerte no es un final del camino sino un cambio de vida. Si optamos por la muerte es caso de situaciones extremas e irreversibles, ¿no estamos optando por un cambio de vida, un cambio dentro de una nueva dimensión?

Así y a todo, la decisión no es fácil. El amor, el afecto, el sentido de pertenencia, el sentido de la vida, las propias creencias racionales o no, no lo hacen fácil. Pero hay algo que nos ayudará a tomar la decisión correcta en un sentido u otro: el sentido que le damos a nuestra vida. Ser congruentes con lo que pensamos, queremos y deseamos en la vida es lo que nos ayudará a tomar decisiones con equilibrio aunque no dejen de ser difíciles de tomar y de asumir.


13/2/14

Aprender



Hoy ha sido un día interesante. Por la mañana una buena y reconfortable sesión de Reiki. La verdad es que tenía mis dudas al respecto. Pero el estado de relajación que experimenté y la energía que se me transmitía me hizo sentir bien. Hay que estar abiertos a nuevas experiencias.

Por la tarde tuve ocasión de conocer a Mario, técnico en el sistema Bowen, que me hizo ver un par de técnicas que me dejaron asombrado. Una de ellas tan sencilla como alucinante: Me pidió que intentara tocar con mis dedos la punta de los pies. Tengo que reconocer que me quedé a medio camino. Me paré cuando sentí algo de tensión en mi cuerpo. Luego me pidió que sacara la lengua hacia fuera con fuerza, llegando a sentir algo de dolor en el frenillo. Lo hice durante unos 20 segundos. Seguidamente me pidió que volviera a intentar tocar con mis dedos la punta de los pies y esta vez vi sorprendido como me quedaba con mucha más facilidad a poca distancia de la punta de los pies sin notar esa tensión de antes. 

Mario es uno de los pocos técnicos en esta disciplina en España y dentro de unas semanas se va a trabajar a Maimi. ¡Una pena! El Domingo me ofreció participar en un taller siendo yo conejillo de indias para sus estudiantes, cosa que agradecí y acepté. ¿Por qué? Pues porque creo que hay que estar abiertos a lo nuevo. Una mente que no se abre y experimenta, no aprende y no aporta nada nuevo a la vida.

Mi hija, que estaba conmigo, quiso hacer los ejercicios que me proponía. ¿Te acuerdas de ayer de lo que decía sobre los niños? Mentes abiertas a experimentar y aprender. Yo no quiero negarme a aprender y a experimentar algo nuevo en mi vida. Lo estoy haciendo y el Domingo toca más, y la semana que viene también: ¡¡¡Regresión!!! Experimentar lo que fue la vivencia en el vientre de mi madre. Es algo que creo que me maravillará.

12/2/14

Aprendiendo de los niños



Dice Jesús que si no somos como los niños no entraremos en el Reino de los Cielos. ¿Qué tienen los niños y que tenemos que aprender de ellos para poder experimentar ese Reino, no el de la otra vida, sino el que tenemos que vivir a diario?
  • Entusiasmo. Una de las cualidades más grandes que podemos tener en cuenta de ellas. Se entusiasman hasta por las cosas más mínimas. Y con ello nos dejan otro mensaje: vivir lo que se hace. ¿No lo viven ellos? Hablan solos, se imaginan las cosas, resuelven problemas, etc. Viven su realidad, su momento a pesar del sinsentido que puede tener para los adultos. Lo viven, sí, Lo viven y con entusiasmo. Viven, y mejor que nadie, el aquí y el ahora. No les importa tanto el mañana, viven el aquí y el ahora.
  • Sencillez y sin miedos al que dirán. Su naturalidad y su falta de juicios sociales les hace decir lo que piensan, lo que sienten, lo que les preocupar en cualquier momento y situación. No tienen el miedo al ridículo. Sólo y cuando se ven sorprendidos por las mentalidades de los adultos es cuando se van encerrando en los miedos aprendidos, pero de entrada no les preocupa el que dirán o como les verán.
  • Imaginación. Pensar es gratis, y como muchas veces están solo, la imaginación es poder. Y en ello no tienen fronteras. Por muy ridículas que puedan ser sus ideas, las viven y las plantean. Hoy en día en el marketing se utiliza mucho el decir barbaridades para poder lograr una serie de objetivos. ¿Hasta donde llega la imaginación de los niños? Una invitación a seguir desarrollándola.
  • Arriesgan. ¿Cuántas veces tenemos que pararlos, advertirles, prevenirles....? Sí, su mundo es la aventura, el arriesgar, el tener la experiencia. El nuestro es el de proteger, el de prevenir riesgos. Y el mundo se ha desarrollado a través de aquellos que han arriesgado. Mientras a nosotros el miedo nos intimida, a ellos el conocer está por encima del miedo.
  • Movimiento. Mientras el mundo del adulto se vuelve estático, el del niño no para. ¿Son capaces de estar tanto tiempo como los adultos en una mesa a la hora de comer? Se mueven. No se conforman con estar quietos. La vida es movimiento, agilidad, cambio, búsqueda. Sus mentes bullen y viven, en el aquí y el ahora, la continua búsqueda.
  • Curiosidad. Son tablas rasas que tienen que saber. No se conforman con simples respuestas. ¿Cuántos "por qué" esto o lo otro? ¿Cuántas preguntas nos comprometen? ¿Cuántas nos dejan en blanco sin poder dar una respuesta? ¿Cuántas nos hacen pensar que saben más, o quieren saber más que nosotros? A veces la curiosidad es inquietante, pero es la causa y la razón de la profundización de las cosas y del conocimiento de las mismas.
Aprendiendo de los niños.....

11/2/14

Generadores de vida



Siempre he escuchado a la gente que renace a la vida después de un grave accidente de tráfico o de una grave enfermedad, como puede ser el infarto, que hay un antes y un después. El antes era la despreocupación por la vida y el después el buscar una mejor calidad de vida. Es algo así como que no estamos por la labor de aprender las lecciones de la vida hasta que la vida no nos deja otra alternativa y nos da avisos serios. Es en esas situaciones cuando surgen preguntas en nuestro interior, preguntas que nos cuestionan profundamente hasta el punto de estar dándoles vuelta a la cabeza una y otra vez:
  • ¿Para qué estoy yo aquí en la vida?
  • ¿Qué es lo que realmente merece la pena hacer en la vida?
  • ¿Qué me gustaría llegar a hacer o a realizar antes de dejar esta vida?
Al fin y al cabo son preguntas que nos llevan a buscar lo que hoy en día llamamos "calidad de vida":
  • Vivir saludablemente, en cuanto a salud física se refiere.
  • Vivir emocionalmente bien y alejados del continuo estrés que nos rodea.
  • Vivir con lo realmente indispensable y que nos hace ser felices de verdad.
  • Vivir dependiendo de nosotros mismos y no de las cosas.
  • Vivir con los seres que más queremos y apreciamos compartiendo con ellos lo que somos y lo más preciado que tenemos, nuestro tiempo.
En una palabra, la muerte cuando está ahí nos asusta, no tanto por lo que podemos llegar a vivir sino porque nos damos cuenta de que hay otro tipo de muerte que vivimos a diario y que nos priva de la belleza de la misma vida en sus más mínimos detalles.

Es por lo que esta frase de Bertolt Bretch me ha llamado la atención, porque en el fondo comos generadores de vida, y cuando no la generamos nos convertimos no en generadores de muerte, sino en vivientes que no tienen vida en sí y que tampoco la aportan a los demás.

No está demás el agradecer la vida y los detalles de cada día, así como las flores marchitas que nos recuerdan que dentro de nosotros está la posibilidad de generar vida y en abundancia.


10/2/14

Retos y Espíritu Positivo



Hoy hemos estado viendo en la tele la película "El milagro de Carintia". Me ha gustado. Un alegato a luchar hasta el último momento y no arrojar la toalla. Y me ha gustado por estar basada en hechos reales. Un médico que tiene que decidir ante diferentes situaciones:
  • Si atiende primero a un diputado a quien tiene que ponerle un marcapasos o a una niña en estado critico que ha estado en estado de ahogamiento por un espacio de 30 minutis.
  • Si obedece a su jefe, de viaje, que le obliga a atender primero al diputado o a su propia conciencia.
  • Si hace caso a las voces a su alrededor, jefe de pediatría que considera que es inútil luchar por la vida de ese niño, de una enfermera que es incrédula pero que decide estar a disposición de lo que el decida.
  • Si continúa adelante a pesar de los intentos fallidos y de tener el reloj en su contra.
  • Si persiste en su actitud a pesar de no tener los medios a su alcance en ese momento.
La verdad es que la vida es un reto, y todo lo que en ella sucede también. Arrojar la toalla no entra dentro de su vocabulario. La vida y las posibilidades están siempre por encima de las dificultades.

Una lucha que merece la pena y que, en su caso, vio resultados positivos. Al final la medalla se la lelva otro, pero el aliciente personal de haber superado una situación y de haber resuelto un reto es algo que nadie se lo podrá quitar.

Una invitación a cada uno a pensar sobre las veces en que hemos arrojado la toalla o pensamos en hacerlo. Una llamada a ver en las dificultades retos a superar y no obstáculos ante los que detenerse. Una reflexión sobre el significado de lo que hacemos y de lo que damos de cada uno de nosotros mismos en cada momento de nuestra vida: ¿dar lo mejor o cumplir simplemente un deber o un expediente?


7/2/14

Motivación


Nadie motiva a nadie. 
La motivación extrínseca 
(“el palo y la zanahoria”, 
la amenaza con un castigo 
o la promesa de un premio) 
no funciona
Hay hasta siete motivos 
por los que el palo y la zanahoria 
son argumentos nada útiles. 
Lo que funciona 
es la motivación intrínseca:
la autonomía, la maestría y el propósito. 
Como líderes “motivadores” 
hemos de fomentar la delegación efectiva, 
el aprendizaje y la visión compartida.

(Juan Carlos Cubeiro)

Me identifico totalmente con estas palabras de Juan Carlos Cubeiro. Si hay algo que te motiva y te satisface vas y lo haces. El tiempo te dirá si lo haces por ti mismo o por agradar a alguien más, si lo haces por necesidad o porque realmente lo sientes. Cuando lo haces por necesidad, por obligación o porque no te queda más remedio tal vez pongas toda la actitud necesaria que hay dentro de ti para hacerlo de la mejor manera posible, pero no te llena, no acabas de darle toda la chispa que te gustaría darle y al final te quedas con una mezcla de estar satisfecho por la labor realizada pero con un sentimiento de vacío pues no ha acabado de llenarte y no has podido plasmar en ello aquello que realmente te representa y te identifica como persona.

Motivar implica permitir que yo me pueda expresar libremente y que, por tanto, si yo quiero motivar a los demás tengo que dejarles ser ellos mismo y que saquen toda la energía, vida y magia que llevan dentro.

Motivar es dejar que esa actitud de niño, que todo lo quieren hacer, y o tanto porque sepan hacerlo, sino porque quieren ponerse a prueba, investigar y retarse a si mismo, se de dentro de uno mismo y dejar que se de en los demás. Solo el que está aprendiendo se equivoca, y de la equivocación sigue aprendiendo y creciendo.

Motivar es aprender a mirar, no solo con los propios ojos, sino con los ojos de los que viven a nuestro alrededor apreciando y reconociendo lo que ellos ven y que tal vez a nosotros nos pasa desapercibido.

Motivar, motivarse, que grande es la motivación, y que difícil es encontrar la que realmente es nuestra, propia, genuina y que nos hace sentir plenamente satisfechos de lo que somos y queremos.


6/2/14

Taza vacía, taza llena.



Según una vieja leyenda, un famoso guerrero, va de visita a la casa de un maestro Zen. Al llegar se presenta a éste, contándole de todos los títulos y aprendizajes que ha obtenido en años de sacrificados y largos estudios. 
Después de tan sesuda presentación, le explica que ha venido a verlo para que le enseñe los secretos del conocimiento Zen. 
Por toda respuesta el maestro se limita a invitarlo a sentarse y ofrecerle una taza de té. 
Aparentemente distraído, sin dar muestras de mayor preocupación, el maestro vierte té en la taza del guerrero, y continúa vertiendo té aún después de que la taza está llena. 
Consternado, el guerrero le advierte al maestro que la taza ya está llena, y que el té se escurre por la mesa. 
El maestro le responde con tranquilidad "Exactamente señor. Usted ya viene con la taza llena, ¿cómo podría usted aprender algo? 
Ante la expresión incrédula del guerrero el maestro enfatizó: "A menos que su taza esté vacía, no podrá aprender nada"

Bonita la historia, ¿no? ¡Y cuánta verdad en ella! La verdad es que son muchas las ocasiones en las que nos creemos que todo lo sabemos y todo lo dominamos sobre la vida. Y esas certezas nos encierran en nuestras propias verdades y en nuestros propios conocimientos al punto de estar cerrados a la sabiduría y a la vida que está a nuestro lado-

¿Cuándo nos pasa esto? Cuando nos falta la humildades de  reconocer que podemos aprender de los demás o que los demás guardan dentro de si mismos algo que puede complementar nuestro propio conocimiento o, ¿por qué no?, que nos puede poner algo de luz en lo que podemos estar equivocados y lo ignoramos.

Vaciar la taza es olvidarnos por un momento de todo lo que pensamos, de todo lo que creemos, de todo lo que hemos asumido hasta el momento en la vida y dejar espacio para lo nuevo, para lo que aporta una visión más profunda, o diferente, o complementaria en nuestra vida.



5/2/14

Atreverse, lanzarse y perseverar.




Hace unos días que moría en España en que fue entrador de fútbol Luis Aragonés. Y una de las frases que decía constantemente a sus jugadores era: "Salimos a ganar, a ganar, a ganar..." Y así la repetía constantemente. Y la mentalidad ganadora consiste en eso, en levantarse a triunfar. La mente y la cabeza puestas en el triunfo. Muchas veces perdemos el partido, la batalla o cualquier proyecto antes de empezar a jugar. La predisposición juega mucho en nuestro favor o en nuestra contra. De hecho decimos que no hay peor enemigo que nosotros mismos.

Quitar de nuestra mente la palabra "miedo", "imposible" o "no puedo" y salir a buscar lo que queremos con esa mentalidad de que "si podemos" y de que "sí está a nuestro alcance" es super importante. Marca nuestra actitud y nuestra disposición, así como nuestro espíritu ante lo que buscamos. 

Las limitaciones están dentro de nosotros mismos, es por ello que Henrry Ford decía que "tanto si lo creemos como si no, estamos en lo cierto. Siempre me llamó la atención el "mal de ojo" y como mucha gente se dejaba influenciar por él. Ha habido gente que llegó a sugestionarse hasta el punto de morir creyendo que el que le echaba el mal de ojo tenía toda la razón del mundo.

Y también ha habido experimentos en los que se ha tratado a niños con condiciones intelectuales bajas haciéndoles ver que tenían una mente superdotada y llegaron a rendir como superdotados. Nuestra mente juega un papel muy importante en lo que podemos llegar a conseguir y en lo que no. Por eso, y de la misma manera que cuidamos la dieta, la salud o la economía, ¿por qué no cuidar nuestras creencias? ¡Cuánto más positivas y esperanzadoras sean, mayor recorrido tendremos en la vida.

Lo importante es creer, lanzarse y como dice Miguel Angel Cornejo, perseverar.


4/2/14


Todos tenemos en mayor o menor medida experiencias de fracaso en la vida, a nivel amoroso, económico, escolar, personal, laboral, etc. Y como alguien decía es importante que en la medida que nos levantamos sepamos ponernos en pie sin olvidarnos de coger algo productivo en lo que nos levantamos.

Como diría Edison el fracaso no existe, sino que lo que existe es el aprendizaje de saber como no se hacen las cosas e intentar descubrir el como sí se hacen.

De los muchos que han fracasado históricamente y que luego se han convertido en un referente para los demás podemos aprender que todos tenemos una parte, un algo que es especial y que podemos desarrollar para nuestro propio buen y para el bien de los demás. Encontrar ese algo que nos hace especiales, único y felices con nosotros mismos es la clave de la felicidad y del éxito personal. No podemos ofrecer nada que no nos llene a nosotros primero.

Lo importante es creer en nosotros mismos, disfrutar de aquello en lo que creemos y ser como el agua que fluye, que se encuentra con obstáculos, que sabe superarlos, saltándolos, bordeándolos o simplemente embistiendo contra ellos.

Es la creencia profunda en uno mismo, el goce de desarrollar lo que uno lleva dentro, el sentido de utilidad que podemos sentir cuando llegamos a los demás, lo que hace que seamos persistentes y sobre todo alegres en esa persistencia, pues la alegría la vivimos porque gozamos de lo que hacemos aún no llegando a la meta.


3/2/14

Rompiendo nuestras seguridades.



Solemos vivir en la comodidad sin darnos cuenta que más allá de la comodidad y de la seguridad que tenemos hay vida y, muchas veces, en abundancia. Desde el punto de vista económico y desde otros puntos de vista. De hecho decimos que detrás de una puerta que se cierra hay muchas que se abren. Paradójicamente en la situación de crisis que hemos afrontado y ante tanto despido laboral hay gente que busca trabajo, pero hay muchos que al no encontrarlo han tenido que crear su propia empresa y les va de maravilla. Hay un cuento, el de la vaca, que ilustra como muchas veces necesitamos que nos quiten las seguridades para desarrollar nuestra propia destreza. Hay otros cuentos que ilustran lo mismo, como "Quien se ha llevado mi queso", que en definitiva no invitan a otra cosa que a salir de nuestra zona de seguridad y desarrollar nuestras propia capacidades. El cuento es corto y aquí lo transcribo: 

“Había una vez un viejo maestro que decidió visitar junto a su discípulo la casa más pobre de la comarca, donde malvivía una familia con una sola posesión: una famélica vaca cuya escasa leche les proveía de insuficiente alimento, pero alimento al fin y al cabo. El padre, hospitalario, les invitó a pasar con ellos la noche. Al día siguiente, muy temprano, el maestro le dijo a su discípulo: “Ha llegado la hora de la lección”. Y el maestro sacó una daga y degolló a la pobre vaca. 
–¿Qué clase de lección deja a una familia sin nada? –se quejó el discípulo. 
–Fin de la lección –fue la única respuesta. 
Un año más tarde volvieron al pueblo y donde estaba la casucha destartalada encontraron una casa grande, limpia y bastante lujosa. 
Vieron salir al padre de familia, que no sospechaba que el maestro y el discípulo habían sido los responsables de la muerte de su vaca, y les contó cómo el mismo día de su partida algún envidioso había degollado salvajemente al pobre animal…
 –… esa vaca era nuestro sustento. Pero cuando vimos a la vaca muerta, supimos que estábamos en verdaderos apuros y que teníamos que reaccionar. Y lo hicimos. Decidimos limpiar el patio que hay detrás de la casa, conseguimos algunas semillas y sembramos patatas y algunas legumbres para alimentarnos. Muy pronto vimos que nuestra granja casera producía más de lo que necesitábamos, y así empezamos a vender. Con las ganancias compramos más semillas, y así hasta hoy mismo que he comprado la casa de enfrente para plantar más patatas y hortalizas y algo de…
Mientras el padre de familia seguía hablando, el discípulo se dio cuenta de que aquella vaca había sido la cadena que mantenía a toda la familia atada a una vida de conformismo y mediocridad.
Es por ello que es importante:
  • Tomar conciencia de las seguridades a las que nos aferramos y no queremos abandonar.
  • ¿Qué gano y/o  pierdo en no dejar esas seguridades?
  • Si no fuera por no perder esas seguridades, ¿a qué me gustaría lanzarme?

Un poema de Bertrold Bretch así lo describe también:

Durante siete años no pude dar un paso.
Cuando fui al médico me preguntó:
¿Por qué llevas muletas?
Porque estoy tullido, respondí.

No es extraño, me dijo.
Prueba a caminar. Son esos trastos
los que te impiden andar.
¡Anda, atrévete, arrástrate a cuatro patas!

Riendo como un monstruo,
me quitó mis hermosas muletas,
las rompió sobre mi espalda sin dejar de reir,
y las arrojó al fuego.

Ahora estoy curado. Ando.
Me curó una carcajada.
Tan sólo a veces, cuando veo palos,
camino algo peor por unas horas.

(Bertolt Brecht / De "Poemas y Canciones")

Un bonito video que expresa nuestros miedos, nuestra zona de confort y nuestro aprendizaje: