¿Insatisfacción?

Hay una compañera de camino a lo largo de nuestra vida: "la insatisfacción". ¿Es bueno o malo? Queramos o no la insatisfacción conlleva algo importante: "Movimiento": Nuestra forma de vida está tan basada en el cambio y el progreso, que a menudo valoramos negativamente la estabilidad sin saber cuál sería la alternativa. (Francesc Miralles). La cuestión es lo que hacemos en los momentos de insatisfacción: ¿Quejarnos? ¿Conformarnos? ¿Aceptar la realidad? ¿Satisfacerla?

La insatisfacción nos puede llevar, por una parte, a no valorar lo que tenemos, a no apreciarlo. Muchas veces lo valoramos solo cuando lo perdemos. Otras veces nos lleva a buscar nuevas formas de vida o a buscar recursos que satisfagan nuestras necesidades. Es una forma de afrontar la vida y los retos que ésta nos pone delante. Lo que si es cierto es que somos una especie, como el resto de las especies, que evoluciona, que crece, que se desarrolla, que cambia constantemente. La insatisfacción es algo positivo ya que nos pide no dormirnos en la vida sino progresar constantemente.

Ya desde antiguo los cambios nos han asustado. El cambio se hace necesario en la vida si es que queremos darle sentido y sabor. El cambio tiene su inconveniente, dejar unas situaciones conocidad por otras que todavía hay que conocer; dejar a un lado el mundo de la seguridad para enfrentarse al de la inseguridad.

La insatisfacción se convierte en el principio del aprendizaje siempre y cuando no echemos valores fuera y culpemos a los demás de dicha insatisfacción. Es responsabilidad de uno mismo el satisfacer aquello que nos tiene descontento; una llamada al crecimiento y a la responsabilidad.

Y siempre está la otra eterna compañera positiva de camino: la pregunta. ¿Qué puedo hacer en esta situación? Una pregunta que nos abre a la realidad de lo posible, a lo que podemos hacer que cambie o que suceda. La vida no es estática, es un constante fluir y dicha pregunta no solo nos abre a lo posible sino que nos invita a poder realizarlo. Ésta es una de las preguntas poderosas de la vida que no permite que las situaciones nos paralicen sino que nos abran a nuevas realidades, una de esas preguntas sin la que debiéramos caminar por la vida.