Escribir nuestros objetivos. El hecho de ponerlos en papel hará que día a día nuestra mente esté atenta a muchas posibilidades que pasan por nuestra vida.
Fijar prioridades. Y, sobre todo, entender porqué son unos más importantes que otros. Nos ayudará a descubrir la motivación que hay en ellos.
Soñar cerca del agua. Se ha comprobado que la creatividad “fluye” mejor cuando estamos al aire libre.
Escalonar los logros. Alcanzar una meta, por pequeña que sea, nos dará impulso para la siguiente y no hará que veamos las grandes metas como algo imposible a alcanzar..
Hay hábitos negativos que desactivan nuestros propósitos más profundos.
- Miedo al fracaso. Fundamentado en prejuicios e ideas preconcebidas que muchas veces no se hacen realidad y que hace que nuestro sueño no de ni tan siquiera el primer paso.:
- Fracasos del pasado nos quiere decir que tengan que suceder de nuevo. Hay que aprender de ellos.
- Opinión de los demás. No siempre los demás nos sirven de apoyo en lo que queremos.
- Creemos que los grandes sueños solo pertenecen a otros y no somos merecedores de ellos
Actitudes positivas a tener en cuenta.
- Creer que todo es posible, nunca hay que perder esa visión.
- Si no puedes alcanzar siempre lograrás algo de los intentos que hagas.
- Haz de tu sueño una pasión y goza del camino.
- Elige la actitud que vas a tener en el proceso de alcanzarlo.
- No te quejes. busca resolver y encontrar nuevos caminos.
- Trabaja duro para alcanzar todo lo que quieres.
- La experiencia es aquello que te queda cuando no obtienes lo que deseabas
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