Pasé de la poesía a la oratoria...
de la oratoria a la música...
y ahora de la música a la conferencia pública.
Creo que estoy descubriendo mi destino.
El micrófono y yo nos llevamos bien desde niños.
Gracias!!!!
Son las palabras de un querido amigo mío en México, aun amigo que conocí durante mis cuatro años de estancia en Valle Nacional, México y que llevaba uno de los tres coros que teníamos en la parroquia. De su reflexión quiero sacar algo importante y es el hecho de que en la vida no podemos estar quietos porque el que se está quieto poco ve que la vida es agradecido con él. Es bonito ver como en la vida aprendes, creces y te vas desarrollando en cosas diferentes al punto de que recibes de la vida y das esa misma vida a los demás, aunque de formas diferentes, poesía, oratoria, conferencias, bloggs, fotografía, cocina, deporte y mil y una manera más que hay de vivir y de aportar todas la riqueza que la vida encierra para nosotros y nosotros para los demás.
Y no estaría de más el pararse alguna vez en el camino para mirar atrás, reconocer lo aprendido y agradecérselo a la misma vida y a aquellos que nos lo han hecho vivir, desde de nuestros padres a nuestros amigos y colaboradores. Incluso de nuestros enemigos aprendemos mucho, porque en las adversidades tenemos que sacar nuevos recursos para sobrevivir y vivir con toda la alegría y vida que nos merecemos como personas.
Si miramos hacia atrás y vemos que poco hemos aprendido de la vida, que pocos son los caminos recorridos, que pocas son las personas que han aportado algo entonces tendremos que reflexionar si hemos vivido realmente o tan sólo hemos sobrevivido.
Gracias Norberto por dejar fluir la vida en tí y compartirla con nosotros.
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