Me ha llamado muchas veces la vida de algunas personas que en un momento determinado de sus vidas viven en situaciones limites. Podemos encontrarnos a quienes se enfrentan a situaciones bélicas, a quienes tienen que desactivar explosivos o a quienes se juegan la vida, simplemente, escalando montañas.
Entre unos y otros podemos estar los que a diario nos tenemos que enfrentar a situaciones de crisis económicas, familiares o, incluso de identificación personal en cuanto al lugar que uno ocupa en la vida. ¿Que podemos aprender de nosotros en estas situaciones?
Pienso que las situaciones limite:
- Nos ponen en nuestro sitio. Nos hacen tomar conciencia de quien somos, de lo que pensamos de nosotros mismos y de nuestros propios valores.
- Hacen que nos centremos en lo esencial y en lo importante y dejemos a un lado lo que puede ser secundario y accesorio.
- Nos ayudan a disfrutar del momento y a ver, en el momento que vivimos, un desafío, una posibilidad de crecer y, sobre todo, un mundo de creatividad y de búsqueda de apoyos donde poder ser proactivos y pasar de una situación de víctimas acotra más real de sentirnos dueños de nuestra vida.
- Y lo más importante, saber hasta que punto creemos en nosotros mismos y en nuestra capacidad de búsqueda de soluciones y de nuevos caminos que tal vez jamás hayamos pensado.
Es cuestión, como alguien decía hoy, que no hay mal que por bien no venga.
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