27/5/10
Viviendo en positivo
Al mal tiempo, buena cara, dice el rerán. Y la verdad es que si el hábito no viste al monje parece que puede ayudarlo. La actitud positiva a la que nos invita la vida nos ayuda a vivir con una calidad de vida mucho más grande y aporta una serie de aspectos que, desde luego, no conviene desechar.
Una de las cosas que parece que aporta la actitud positiva en un mayor índice de vida. A mayor alegría, mayor número de años que parece que podemos vivir. Y no es porque lo deseemos, sino porque el cuerpo se alimenta a sí mismo de tal manera que lo predispone a menos enfermedades y a una mayor calidad de vida física. ¿Merece la pena? Yo creo que por el momento si se alarga la vida y se alarga con positividad, ¿por qué no apuntarse?
Desde el punto de vista mental a mayor positivad, mayor número de ideas, más amplitud de horizontes, más recursos personales y sociales con los que uno puede contar, mayor seguridad en uno mismo y más confianza, consecuentemente, en los demás. La vida parece más rica en contenidos y en recursos que uno puede llegar a utilizar. ¿Merece la pena? Yo creo que antes que vivir con la cara alargada, aprisionado por el mundo de los sentimientos y encorsetado en un mundo raquítico y empobrecido de ideas, la alternativa de ser postivo te abre no sólo el cuerpo, sino la mente a la vida.
Y desde el punto de vista emocional la actitud positiva te ayuda a ver las diferentes escalas de blancos, de negros, de grises y apreciar que la vida tiene sus momentos y, que por duros que puedan ser, encierran una belleza, una sabiduría, una serie de oportunidades que nos llaman al crecimiento personal, a una mayor libertad y a una mayor autonomía.
¿Cómo ser positivos? ¿Cómo reeducarnos en vivir éste tipo de espíritu? Pues riendo, cantando, paseando, hablando con gente, participando en juegos de grupo, reconociendo lo positivo de cada día y de cada persona, saboreando y disfrutando de las cosas, , sintiéndose alegre, dando un paseo, disfrutando y compartiendo una comida, desarrollando un mundo de amistades.
¿Cómo sueles manifestar la alegría? ¿Cuándo ha sido la ultima vez que la has manifestado de forma amplia y visible? ¿Cuántas veces al día sientes la alegría dentro de tí? ¿Provocas el compartirla con los demás? Hay y ha habido momentos en la vida en los que la alegria y la positividad estaban a flor de piel, se manifestaban de forma natural e incluso llamaban la atención de personas que nos buscaban para cobijarse bajo nuestras alas por la positividad que ofreciamos? ¿Por qué no cultivarla, desarrollarla, entrenarla, promoverla, tenerla en cuenta en nuestra agenda personal, en nuestro programa de vida? ¿Por qué no provocarla en nosotros y en los que viven a nuestro lado?
¡¡¡A vivir, que son dos dias!!!
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