Un poco de tiempo aquíy otro de cariño allá.Un oido abierto aquíy una espaldaen la que te puedas apoyar.Una manoque ayuda a levantarsey un brazo que ayudea caminar;o simplemente una vidaque no deje de sembrar,regar y mimar.
No creo que nadie haya labrado su fortuna personal, y no me refiero a la económica solamente, de forma fácil y rápida. Todo lleva un proceso y el proceso lleva toda una serie de etapas. Al igual que la tierra hay que limpiarla, ararla, ponerle la semilla, fortalezerla con abono, regarla y estar al tanto de otros pequeños detalles, el éxito personal de cada uno requiere también de crear las circunstancias necesarias para que uno alcance las metas que se propone.
El éxito no viene por casualidad, sino que viene por la puesta en juego de los recursos personales, de los talentos, de los valores y de las fortalezas que cada uno tiene como persona. Sí, cada uno tiene una riqueza que viene con el boleto de la vida. Desde el momento en el que se nos corta el cordón umbilical se nos arroja al valle de la vida cargados de una serie de valores y fortalezas que bien utilizadas se encargarán de darnos la posibilidad de generar vida a través de nuestra propia vida. No importa si somos ricos o pobres, lo único que importa es la capacidad de poder tener consciencia de quien somos, de lo que hay dentro de nosotros y de tener las ganas de querer desarrollarlo.
Es cierto que la posibilidad de tener a nuestro lado unos buenos mentores, unos buenos padres o unas buenas fuentes de recursos, como puede ser la experiencia y la sabiduría de otros, puede ayudarnos. Pero será la propia libertad que se nos dé para poder investigar en el campo de la vida, así como el propio interés por la misma vida la que nos ayudará a ir creando las circunstancias necesarias para poder ir abriendo caminos propios, genuinos y originales. La misma naturaleza nos va enseñando como ella funciona. Los rios, los mares, los animales, las plantas nos ayudan, tanto como las experiencia de los propios humanos, a ir sabiendo crear las cirunstancias para que la vida se genere.
Las mentes humanas vamos abriendo caminos, y ahí están todos y cada uno de los inventos que nos ayudan a vivir. Pero el gran reto de muchas persona aún está ahí pendiente: el de saber crear dentro de si mismas las circunstancias que hagan posible el propio avance. Y es en el campo de los propios retos, donde más tenemos que trabajar, porque es en los propios retos donde más nos sentimos frustrados y desmoralizados.
Y no digamos en el campo de las emociones, sabiendo que éstas rigen en un gran porcentaje los resultados financieros, empresariales, económicos, sociales, familiares y afectivos de todos nosotros. Cuidar de cada uno de nosotros, saber crear las circunstancias que nos permitan un dialogo más fluido, un equilibrio más sostenible a nivel familiar y social o político y el poder tener una sonrisa más amplia, duradera y sincera, es el gran reto y trabajo que tenemos por delante.
Me gustaría que cambiara el mundo, que estuviera a mi servicio y que fuera como yo quisiera pero, ¿estoy dispuesto a crear yo las circunstancias para que ello se de? ¿Qué estoy dispuesto a dar de mi mismo, de mi tiempo, de mi orgullo o de mi mismo para que ello suceda? ¿Qué coste estoy dispuesto a asumir para conquistar ese sueño?
No queda otra que pensar en lo que quiero llegar a conseguir. A lo mejor lo tengo claro, pero lo que tal vez no esté tan claro sean las circunstancias que se tienen que dar en mi, o en mi entorno, pero de mi responsabilidad, para que el sueño se cumpla. Y es esa la tarea que queda, la de pensar en las circunstancias que yo, y nadie más que yo, tengo que crear y hacer posible para que nazca el sol, o se de la primavera en mi vida.
Una canción: Himno al Amor. Demis Roussus
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