19/10/11

El sentido de la vida



¿Que sentido tiene nuestra vida? ¿Para qué nos levantamos cada mañana? ¿Por qué levantarse cada vez que nos caemos? ¿Qué hace que nos superemos una y otra vez y que no nos demos por vencidos?

Hay siempre un motivo en nuestra vida que impulsa todo lo que hacemos. Es el motor de nuestra vida y de nuestra existencia. Unas veces lo tenemos fuera de nosotros mismos, como ennlos hijos, la pareja, el dinero, los amigos, etc. Otras veces lo llevamos dentro, como cuando nos sentimos realizados en lo que hacemos, en nuestra forma de ser y de relacionarnos. Son momentos en los que sentimos que tenemos vida dentro y momentos en los que hacemos florecer vida a nuestro alrededor.

El sentido de la vida, de quien somos y del papel que desarrollamos en la vida es lo que nos hace sentirnos a gusto. Y no digo a disgusto. Digo a gusto porque somos nosotros los que elegimoscel sentido que le damos a la visa y a las cosas.

Cuando sentimos cansancio, hastío, desazón y ganas de arrojar la toalla, el sentido de la vida es el que está ahí para darle la vuelta a la tortilla, para ponerle la sal a la vida y la luz a la oscuridad.

Pero es importante el encontrar el sentido a la vida dentro de uno mismo, pues los demás pueden dejar de estar en un momento determinado y cuando falten, ¿Cuál será el sentido entonces? Si hoy tuvieras que responder al porqué de tu vivir, ¿Que respuesta darías? ¿Qué es lo que te mantiene el la brecha? ¿Qué te falta por realizar o conseguir en la vida para darle un sentido pleno?

18/10/11

Viajes al fondo de uno mismo



"No puedo enseñaros nada, 
solamente puedo ayudaros 
a buscar el conocimiento 
dentro de vosotros mismos, 
lo cual es mucho mejor que traspasaros 
mi poca sabiduría" 

(Sócrates)

Tenemos una tendencia a que nos soluciones los problemas, o a que alguien se mueva por nosotros. Exigimos y pedimos responsabilidades a los demás, mientras que somos muy laxos con nosotros mismos. Cuando alguien nos deja solos, o cuando nos vemos abandonados de la mano de Dios surgen nosotros un sentimiento de victimas que hace que nuestra vida se torne en algo gris y desgraciado.

Pero la realidad es que del encuentro con uno mismo nace algo asombroso: creatividad, ingenio, talentos escondidos y capacidades no explotadas hasta el momento concreto. La soledad y el encuentro con nosotros mismos esconde esa doble vertiente de miedo e inseguridad y de victoria y riqueza.

Hemos llegado hasta el día después de largos recorridos en los que hemos tenido que ir madurando, enfrentándonos a la vida y a sus dificultades. Hemos madurado gracias a los golpes de la vida. Lo más curioso de todo es que en nuestra mente yace un pensamiento, una actitud y una creencia sobre la que queremos "evitar" a nuestros hijos que pasen por donde hemos pasado nosotros. Queremos que nos den la vida en bandeja, y dar la vida en bandeja, olvidando que la vida que somo y tenemos es fruto de todo un proceso de madurez y de encuentro con nosotros mismos.

La mayor riqueza que podemos dejar a todos los que nos rodean no es todo un conjunto de riquezas materiales que, el fin y al cabo, se irán con nosotros. Dejarles la capacidad de saber afrontar la vida y sus retos, hacer todo lo posible para que se valgan por si mismos sabiendo caer y levantarse, decidir bien o mal y saber corregir, es el proceso natural de la vida.

Pero lo importante es saber dejar los espacios para que cada uno decida, se encuentre consigo mismo, no dependa de los demás y experimente la vida por si mismo. Buscamos el que sean paternalistas con nosotros o nosotros serlo con otros. Nos hallamos cómodos siendo victimas y recibiendo el cariño y la comprensión de la gente. Pero lo que nos da pánico es dar ese paso hacia lo desconocido, hacia lo que somos nosotros y podemos llegar a ser. Preferimos el mundo de seguridad al mundo de lo incierto, pero que esconde todo un mundo de potencias que hay dentro de nosotros.

Lo mejor, como decía Sócrates, es buscan dentro de nosotros toda la vida, todas las respuestas y todos los recursos que tenemos. Siempre habrá tiempo de contrastar, de aprender de ese contraste y de corregir. Somos seres llenos de vida.


17/10/11

¿Se puede o no se puede?



No es la primera vez que oigo decir que la autoayuda no es suficiente y que, incluso muchas veces, puede ser una especie de fraude al punto de perjudicar al que quiere beneficiarse de ella.

Desde mi punto de vista la autoayuda es fundamental. Es el primer paso que uno da para ayudarse a salir de cualquier situación en la que no se siente a gusto o que ve que no le ayuda a crecer y a vivir como persona.

Pero la autoayuda no es simplemente ponerse a leer libros, que los hay en abundancia, sobre el tema. Hay quien puede sacar provecho de ello y a quien con ello le resulta más que suficiente para encaminarse en la vida.

Lo importante es que la ayuda no se quede simplemente en eso, en leer, sino en un leer que lleva a tomar actitudes, responsabilidades y que opta por dar pasos no simplemente para solucionar conflictos, sino para llegar a conseguir los resultados.

Curiosamente uno se puede encontrar en los libros de autoayuda, o en la reflexiones propias, con pasos a dar que pueden ser muy interesantes tales como consultar con un especialista, con un amigo, con un asesor o con alguien que ha pasado por la misma situación resolviéndola satisfactoriamente.

Vivimos en un mundo totalmente interdependiente. Dependemos de nosotros mismos y también de los demás. Pero es la confianza en nosotros mismos la que nos ayudará a tener confianza en los demás sin llegar a depender de ellos.

Hay algo claro, el proceso lo realiza uno mismo, con o sin ayuda de otros. Uno es el que toma las decisiones lea lo que lea o escuche lo que escuche de los demás. Nadie puede decidir por nadie, ya que en la decisión a tomar hay experiencias, valores, creencias y sentimientos que no todo el mundo puede llegar a comprender.

Dentro del proceso de autoayuda es importante:

  1. Saber cuestionarse o hacerse preguntas sobre uno mismo. Es el paso más difícil. La raza humana tiene un miedo atroz a conocerse a sí mismo. Pero si queremos ayudarnos no hay otro paso como el conocernos personalmente y aceptar muchas veces las preguntas que vienen de afuera, aunque no las contestemos a la persona que nos las hace, pero si el contestárnoslas a nosotros mismos. La verdad, y la verdad sobre nosotros mismos en nuestra única puerta para poder ayudarnos.
  2. La experiencia es la madre de la ciencia. Podemos leer libros cargados de creencias, valores e ideas muy bonitas. Tal vez muchos de los que nos aportan toda esa sabiduría no han pasado por el trance que estamos pasando nosotros. Quien más nos puede ayudar es quien ha vivido y ha pasado por nuestra situación. La venta de ideas puede resultar muy bonita, pero el testimonio y la vida real es mucho más efectiva. Somos nosotros los que tenemos que recorrer el camino. Nadie puede ocupar nuestra situación y tomar decisiones por nosotros.
  3. Harina del propio costal. Decía Juan XXIII que sus discursos y homilías eran harina de su propio costal, es decir, partía de su propia experiencia, creencia y valores. El mejor trabajo de autoayuda que podemos hacer con nosotros mismos y con los demás es el de hacernos valer por nosotros mismos. No hay nada como conseguir objetivos y deseos por propio convencimiento y con las propias manos. Nadie valorará mejor su trabajo que quien lo ha realizado. Muchas veces queremos que nos lo den hecho, pero lo más gratificante es cuando lo conseguimos por nosotros mismos. Nadie come la comida por nosotros, y si lo hacen moriremos de hambre mientras ellos continúan viviendo.
  4. Nosotros generamos nuestras propias ideas, creencias y experiencias. Somos los protagonistas de nuestra vida. Nadie vive por nosotros. Nosotros somos sujetos y los actores de nuestra propia vida. Somos los que llevamos las riendas de nuestra propia vida. Si nos equivocamos, lo haremos nosotros y no echaremos la culpa a nadie. Si acertamos, también lo haremos nosotros y podemos sentirnos orgullosos de ello.
  5. Me conozco, pienso, decido y actúo, luego existo. En la medida en que elegimos nuestro modo de vida y decidimos libremente, vivimos.

14/10/11

Saber vender



Desde hace unos días hay un anuncio muy bonito que invita a consumir una sopa para niños y adultos. La verdad es que el anuncio llama la atención. Me vino a la mente la enorme creatividad con la que se trabaja para convencernos de que consumamos un producto u otro. Pero detrás del aspecto comercial y lucrativo que hay en el anuncio hay algo que me invita a pensar en el esfuerzo que cada uno de nosotros realiza para venderse a si mismo.

Todos tenemos valores, creencias, actitudes y opciones en la vida. Unas veces las defendemos a capa y espada, otras nos acobardamos y nos callamos por no sentirnos seguros o tal vez por no entender del todo aquello que vivimos y que hemos asumido en la vida. 

Vivimos en un momento en que se cuestionan muchos valores, es más, se dice que la crisis actual que vivimos a nivel económico en el mundo es consecuencia de una crisis de valores. La justicia, la igualdad, el bienestar de todos, la equidad, etc. han quedado en un segundo lugar para que prevalezca el individualismo. Vemos las injusticias y muchas veces callamos ante ellas.

Dentro del trabajo, de la familia o de nuestro círculo de amigos también tenemos mucho que ofrecer y que también se queda en ocasiones a mitad de camino. 

Hoy en día una familia estado unidense empezaba una cruzada para que, por ley, se prohibiera el engaño que muchas veces sale en la prensa de modelos que no son en realidad los cuerpos que aparecen, sino el fruto de toda una serie de retoques fotográficos. La poca autoestima existente en el mundo hoy en día nos lleva a pensar en dos cosas:
  1. No creemos en nosotros mismos. Por ello cerramos nuestra boca, miramos hacia otro lado para ver lo bonito que hay fuera de nosotros y no valorar, así, la belleza y lo bueno que hay en nosotros.
  2. No somos capaces de vender lo que llevamos dentro. Creemos, como dije, que lo de fuera es mejor que lo de dentro. Para vender, como en el anuncio, hacen falta dos cosas: creer en el producto, que es uno mismo, y buscar la mejor manera de comunicarlo. Creer en el producto es cuestión totalmente personal. Nadie creerá en uno, si uno mismo no cree en si. Una vez que creo entonces tengo que vender, no económicamente, mis valores, mis creencias, mi persona. ¿Por qué? Porque creo en mi, me siento orgullosos y se que lo que tengo puedo compartirlo porque una vez compartido le dará un valor añadido a mi vida y a la de los demás.
La gran tarea es creer en uno mismo y saber vender los valores que se llevan dentro. También en la vida, para transmitir los propios valores y creencias necesitamos del marketing.





13/10/11

Flexibilidad y dependencia



La flexibilidad es una característica que aporta un valor añadido a nuestras vidas, pero al mismo tiempo puede ser el detonante de una dependencia que puede llegar a arruinar nuestras vidas puesto que nos colocará fácilmente a voluntad de los demás. El equilibrio estará pues en saber elegir cuando ser flexibles y cuando no.

La flexibilidad puede ser un sinónimo de adaptación. ¿Cuando tenemos que adaptarnos? ¿Que nos lleva a adaptarnos a una situación?

Hay dos tipos de situaciones en las que generalmente nos adaptamos, una de ellas es cuando queremos agradar y convencer a los demás de lo que somos y de lo que valemos, y la otra cuando no tenemos alternativas y no nos queda remedio que tomar el único o los únicos caminos que se nos ponen delante nuestras.

Cuando nos adaptamos a los demás para caerles bien, para que nos acepten o nos tengan en cuenta, ¿qué estamos haciendo? Simplemente negando nuestra propia valía, lo cual revela una baja autoestíma. En vez de vender lo que somos, aquello en lo que creemos y aquello que da sentido a nuestra vida, lo único que hacemos es dejar de confiar en nosotros para hacerlo en aquello que otros nos presentan bajo el pretexto de la aceptación que vamos a tener o que vamos a sentir. Es la aceptación de los demás la que hace que nos aceptemos, pero no tal y como somos, sino como creemos que agradaremos a los demás. ¿Resultado? Vacío interior, frustración y desaliento con pérdida del sentido de lo que somos, de lo que queremos y del porqué vivimos.

Cuando estamos, por el contrario, en una encrucijada en la que nos toca vivir una situación, por ejemplo después de un fallecimiento, de un despido laboral, de la no aceptación de un proyecto o idea o de mil y una situaciones de la vida en las que no nos es posible elegir, nos adaptamos o morimos en el intento. Es una adaptación no para renunciar a lo que somos, sino para seguir caminando y consiguiendo aquello que buscamos en la vida. Es una especie de "stanby" o "pausa" en la que escogemos lo mejor que está a nuestro alcance para seguir creciendo en nuestra vida personal, familiar, laborar o económica.

La flexibilidad es buena, a mi modo de ver, sólo cuando te permite seguir siendo libre y no dependiente de los demás. Cuando flexibilizamos simplemente porque tenemos miedo de mostrarnos como somos lo que estamos haciendo es huyendo de nosotros mismos, lo cual no nos permitirá ni ser, ni vivir con toda nuestra potencialidad. Siempre tenemos que elegir aquello que nos permita ser personas y ser nosotros mismos.


12/10/11

Saber vivir y aceptar



La insatisfacción, las heridas, la impotencia, 
son situaciones, 
estados que sentimos 
y que no necesitan resolverse, 
sino aceptarse. 
¡Qué ganas de vivir con problemas! 

Xavier Guix

Nos complicamos la vida de una manera extraordinaria. Nos ahogamos en auténticos vasos de agua. No nos damos cuenta de que la mayor parte de los problemas e insatisfacciones que tenemos nos las provocamos nosotros mismos como resultados de exigencias que nos autoimponemos y sin las cuales hemos sabido vivir anteriormente y de la forma más completa y feliz que podemos imaginarnos.

Basta con que miremos a nuestra infancia y observar como eramos felices con pocas cosas. Eramos felices antes de casarnos o de conocer a nuestra pareja. También lo eramos antes de empezar a trabajar en un sitio determinado. A medida que vamos creciendo nos vamos imponiendo una serie de metas y de objetivos que nos gustaría alcanzar y lo peor que podemos hacer es depender de nuestros objetivos para ser felices. Si antes de alcanzarlos lo éramos, también lo podemos ser si no llegamos a alcanzarlos.

La fuente de la felicidad es aceptar y saborear lo que somos y lo que tenemos en cada instante de la vida. Esa es la realidad. Si podemos alcanzar sueños y objetivos bienvenidos sean y bienvenida sea la dicha de saborear el camino en la consecución de ellos, pero la dependencia de lo que queremos alcanzar nos quita la libertad para poder saborear cada momento de la vida, de lo que tenemos y de las personas que nos rodean.

El vivir con la mirada permanentemente en el futuro, así como permanecer siempre anclado en los tiempos pasados, nos quitan algo tan importante como la vivencia del presente que es la única realidad existente. Y para ello basta con preguntarnos algo tan sencillo como el porque antes era feliz con lo que tenía y hoy no lo soy con lo que todavía tengo y posiblemente algo más.

Muchas veces nos autoengañamos pensando que la felicidad todavía está por venir o que nuestra autorealización depende de lo que todavía tenemos que conseguir en la vida. Hoy, y con lo que cada uno tiene y lleva dentro de sí, es el momento de nuestra autorealización y de nuestra vida plena. La clave está en aceptar, a partir de esa aceptación comenzaremos a comprender y valorar lo que tenemos entre manos.


11/10/11

Perdóname que me entrometa



Ayer me telefoneaba mi madre y me daba una grata noticia sobre una compañera suya de hospitalización que meses atrás compartió habitación y sufrimientos con ella. Mientra mi madre se recuperaba de una situación crítica de rotura de cadera, neumonía y de una gran anemia, Josefa, su compañera de fatigas luchaba entre llanto y llanto contra una pierna totalmente ulcerosa que hacía presagiar una amputación en toda regla. 

El dolor me llegaba a la médula, tanto por verla sufrir, llorar, gritar y maldecir la suerte que tenía, como por la situación ante la que tenia que exponerse mi madre que estaba en situación crítica. Pensé que la situación de Josefa iba a perjudicar a mi madre y que se iba a venir abajo. Pero mi madre hizo acopio del amor que la caracteriza y consiguió no solamente sobreponerse sino que también tendió una mano de ánimo a su compañera de fatigas.

La manera en como le hacían las curas eran posiblemente fuertes, pues era cuando más podía sentir el dolor y cuando se negaba a seguir viviendo. Fue precisamente en uno de esos momentos en que mi mente se trasladó unos viente años atrás cuando en la sierra chinanteca de Oaxaca, México, mi mente repasaba una y otra vez las curas que hacíamos del mismo tipo de heridas pero en situaciones mucho más precarias. Tan sólo cuatro cosas se utilizaban: miel, gelatina, sulfato de zinc y gelatina.

A mi mente llegaban una y otra vez los comentarios de Toño, mi compañero, de Sor Rosa, la enfermera y del médico que vino desde la ciudad de México a colaborar con nosotros desinteresadamente durante un año y de cuyo nombre no consigo acordarme, de los progresos que hacían aquellas piernas a las cuales muchas veces se les veía hasta el mismo hueso.

Veinte años después y en un hospital que gozaba de todos los adelantos veía como una pierna en las mismas circunstancias caminaba hacia una amputación casi segura. Recuerdo que mientras las curas tuve que salir al pasillo, los llantos y quejas de Josefa no cesaban un instante. Dentro de mí se libraba una batalla, hablar con la médico responsable, especialista en dermatología, y decirle lo que haciamos nosotros en México o callarme.

¿Quien eres tu, me decía a mi mismo, para decirle a un médico especialista lo que tiene que hacer? Bueno, en el fondo pretendía compartir una experiencia que había tenido en México y que había resultado totalmente positiva. Por otra parte los años habían pasado y me imaginaba que los medicamentos habían progresado para hacer frente a estas situaciones. Yo no era médico, pero si testigo de algo que se hacía en otra parte del mundo. Así que en un alarde de atrevimiento me acerqué a la doctora y le comenté lo que nosotros había hecho con ese tipo de heridas en México.

La respuesta me dejó un tanto frío. Me dijo que era "algo de libro" lo que se hacía en México. No la ví entusiasmada, por lo que me resigné con la sensación de haberlo intentado sin haber conseguido absolutamente nada. Poco días después Josefa fue trasladada a otro hospital y mi madre fue dada de alta.

Hace dos días mi madre me comentó que mi hermana se había encontrado con la hija de Josefa y le preguntó por su madre. ¿Sabes cual fue la sorpresa? Que la doctora le dijo que como último remedio iban a tratarla con un remedio que utilizaban en las misiones de México. ¿Resultado? Su pierna mejoró y se evitó la amputación, aunque por problemas que desconozco perdió la pierna buena.

Ante la vida puede darnos vergüenza el aportar la experiencia que tenemos, unas veces porque consideramos que los demás son maestros en la materia, otras veces porque infravaloramos nuestras propias experiencias y recursos o bien porque nadie nos ha pedido nuestra opinión. La realidad es que la vida no espera por nadie, sino por la propia iniciativa de cada uno. Es la seguridad en uno mismo, en la propia experiencia y en el no tener miedo a la negativa de otros la que abre las posibilidades de la misma vida hacia uno mismo y hacia los demás.

Perdóname que me entrometa, pero algo, aunque sea pequeño y pobre puedo aportar. Y lo poco que se compartió salvó una pierna. Y los pocos panes y peces que se compartieron hicieron posible la multiplicación. Y cada gota es la que hace posible el mar. Y cada grano de arena es el que hace posible el desierto. Lo poco, por poco que sea, es lo que permite el mucho.


10/10/11

Flexibilidad y rigidez



Hay frases que llaman la atención tales como, "perro que ladra no muerde" o situaciones que te dejan perplejo después de un fuerte temporal como la de árboles muy delgados, pero flexibles, que se mantienen en pié mientras que otros más fuertes y robustos están tumbados en el suelo y sin vida. ¿Es bueno ser rígido? ¿Y flexible?

La rigidez no creo que siempre sea lo mejor. Entre otras cosas te hace esclavo de unas ideas, de doctrinas, de compromisos adquiridos que en muchas ocasiones ya no están ni al servicio de la vida ni de la persona en si misma. Bien lo decía Jesucristo cuando decía que la ley estaba al servicio del hombre y no el hombre al servicio de la ley. ¿Aguantamos a caminar de forma rígida en todo momento? ¿Somos capaces de llevar encima nuestra prendas que nos quedan rígidas? Optamos, generalmente, por aquello que nos da flexibilidad, holgura y libertad de movimientos. La rigidez, de por si, genera en nosotros tensión, nerviosismo y acaba en muchas ocasiones haciéndonos perder los papeles, además del daño que podemos causar a otros. 

La flexibilidad nos da libertad, nos abre al mundo, a la vida. Nos permites tener diferentes perspectivas, amoldarnos a las situaciones, a cambiar y a experimentar cosas nuevas. Al ser flexibles y abrirnos a lo nuevo crecemos personalmente y estamos en el camino de confiar más en nosotros mismos, en nuestras posibilidades que en todo el bagaje ideológico y cultural que llevamos encima, que en muchas ocasiones no hemos asumido y en muchas otras ni tan siquiera hemos entendido e interiorizado haciendo que vivamos la vida de forma mecánica y sin la libertad y creatividad que nos caracteriza como personas.

Flexibilidad no quiere decir que no tengamos personalidad y que estemos cambiando constantemente de visión, de ideas, creencias o estilos de vida. La flexibilidad es necesaria para poder amoldarnos a las circunstancias de la vida y crear otras que nos ayuden a construir la misma vida en sí. La vida no nos lanza a nacer y desempeñar un papel predeterminado. La vida nos hace desempeñar un papel de constante creación en el que tenemos que adaptarnos, utilizar la mente, la creatividad, la imaginación y todo lo que llevamos dentro de nosotros para hacer de la misma vida algo deseable de vivir en vez de un auténtico valle de lágrimas ante el que podamos agachar la cabeza sin más.

Entre la rigidez, que muy posiblemente esconde un gran complejo de inseguridades, de miedos y de complejos de inferioridad, y la flexibilidad que te expone a la vida, a lo nuevo y a lo inseguro para apostar por ti mismo, elijo la flexibilidad. ésta me aporta vida, respeto hacia mi mismo y respeto hacia los demás. Me permite conocer lo nuevo y valorar que fuera de mi y en otros también hay vida, y en abundancia.



7/10/11

Una vida de fracasos y éxitos: Steve Jobs



"A veces cuando innovas, 
cometes errores. 
Es mejor admitirlos rápidamente, 
y seguir adelante
 apostando por tus otras innovaciones". 

Steve Jobs





Hoy nos ha dejado el gigante de la informática que ha revolucionado medio mundo con sus ordenadores, su tecnología y telefonía móvil entre otras cosas. Donde se haya el éxito de este hombre que ha fracasado en los estudios y que, junto con un compañero, en un garaje ha conseguido innovar todo un mundo tecnológico e informático? La frase con la que encabezo el comentario de hoy es tal vez una de las más importantes dentro de su visión. Hay quien ante un fracaso, llora, se siente víctima, no lo acepta e insiste en conseguirlo utilizando las mismas herramientas que ha utilizado. No hay nada como aceptar la propia realidad. No hay que tener miedo al fracaso. Simplemente hay que aceptarlo y seguir adelante buscando materializar todo aquello que uno está buscando. Lo importante es seguir buscando, pero para poder seguir buscando hay que tener sueños, ilusiones, metas, objetivos.

"Ser el hombre más rico en el cementerio 
no me importa... 
Ir a la cama por la noche 
diciendo que hemos hecho 
algo maravilloso...
 ESO es lo que me importa".

Steve Jobs

El sentido de búsqueda en la vida, el estar hambriento, como él decía, es algo que te mueve, que no te deja parado ante la vida. La sensación de que eres co-creador en la vida, aportando algo maravilloso a los demás es algo que no sólo da sentido a tu vida, sino que te permite dormir cada día feliz y satisfecho de lo que eres y de lo que aportas a los demás. No es cuestión de aportar tecnología, muchas veces podemos aportar cosas que están al alcance de nuestras posibilidades tales como buen ambiente en la familia en el trabajo, actitudes positivas en ambientes que generan negatividad. Siempre tendré en mente que las mayores de las sonrisas en Navidad o Reyes Magos, cuando vemos a los niños abrir los regalos, o en cualquier otra fiesta, no es la de los propios niños, sino la de aquellos que han generado esas sonrisas, sus padres, hermanos, abuelos o amigos. La felicidad y la armonía en la vida está en dar, en aportar, en saber que tu vida emana vida para otros.

Tenía un valor de un millón de dólares 
cuando tenía 23, 
y sobre diez millones 
cuando tenía 24, 
y sobre cien millones 
cuando tenía 25,
y nunca fue importante 
porque nunca lo hice por dinero


 Steve Jobs

La vida tiene un valor más grande cuando disfrutas de lo que haces en vez de esperar a disfrutar cuando llegas a la meta o cuando consigues los objetivos. La meta y los objetivos pueden tener algo de importancia, pero lo que lo llena de sentido es el proceso que utilizas para poder llegar a ello, y ello porque no te queda más remedio que poner toda la carne en el asador, todas tus herramientas, todas tus cualidades, todos tus talentos. La meta es la consecuencia de lo que tus has hecho, y sino pregúntaselo a una mujer que ha llevado a su hijo en su vientre. ¿Es lo mismo que no engendrarlo y parirlo?

La vida tiene un sentido, y éste es el de dejar emanar toda la vida que hay en ti para que otros se beneficien. A la larga uno también se beneficia, una porque lleva vida dentro y la vives, y otra es porque lo más probable es que la vida vuelva a ti por parte de los otros. Y si no vuelve, tal vez no pase nada, pues sigues generando vida.

Si tienes tiempo escúchalo. Merece la pena.
  




6/10/11

Sacarle partido a las críticas



Todos hemos vivido la experiencia de la crítica en nuestras vidas. Lo que sucede es que éstas se suceden de formas diferentes y las reacciones o actitudes que podemos tener ante ellas pueden variar. Hay dos tipos de críticas, las que llegan a nosotros de forma constructiva y las que llegan de forma destructiva e hiriente. ¿Has pensado que podemos sacar provecho de ambas?

La crítica constructiva es mucho más fácil de asimilar. Es una crítica que trata de aportar a nuestra vida, forma de trabajar o de relacionarnos con los demás algo que mejorará y enriquecerá nuestra forma de ser y estar ante la vida, ante los demás y ante el trabajo que podemos desempeñar y desarrollar.

Ver las críticas como constructivas no siempre es fácil. Muchas veces nos sentimos heridos. Tan sólo tenemos que pensar que la forma en las que llegan a nosotros es una invitación a perfeccionarnos y a crecer. Los que la hacen buscan lo mejor para nosotros, por lo que no es tan difícil el asimilarlas.

El problema real es cuando las críticas vienen o llegan a nosotros de forma despiadada. Lo que prevalece en ellas no es tanto lo bien que se puede llegar a desarrollar algo sino lo malo y cruel que uno puede llegar a ser. Lo que somos se suele mezclar con lo que hacemos o desempeñamos. El juicio moral se mezcla con la capacidad que podemos tener para desempeñar una cosa u otra en la vida.

¿Cómo vivir ante la crítica constructiva o la destructiva?
  • Las opiniones de los demás tan sólo son opiniones. No tienen porque ser siempre verdad.
  • Las críticas siempre se hacen desde una perspectiva, desde el que las emite. Y quien las emite lo hace por un tipo de conocimiento, de experiencias o de emociones que muchas veces le dan tan sólo un carácter parcial y subjetivo.
  • Si lo que se dice es cierto, ¿qué puedo aprender de ello? Si no lo es, ¿por qué preocuparse?
  • Si lo que se critica es cierto y puedo cambiarlo, ¡adelante! Si no puedo cambiarlo pues tendré que aceptarme en mis limitaciones, al fin y al cabo, todo, absolutamente todos, tenemos limitaciones. ¿Por qué asustarse de las limitaciones de uno mismo? Los discapacitados, cuando aceptan sus limitaciones suelen desarrollar otros aspectos que antes no solían desarrollar.
Aprovechar las críticas y sacar partido de ella para crecer en un aspecto u otro siempre nos beneficia. Incluso cuando son desafortunadas e hirientes. Cuando las asumimos y seguimos siendo nosotros mismos hemos ganado algo muy importante: libertad frente a los otros y frente a la misma vida. Incluso nos ayuda a comprender la visión, posiblemente equivocada de los que la emiten, lo cual nos lleva a desarrollar mucho más la comprensión y el perdón.

El arma ideal para saber vivir la crítica es el dialogo interno, ese dialogo en el que no tememos ni al otro ni a uno mismo. La tranquilidad y una buena autoestima, un amor hacia uno mismo, son los que generan la tranquilidad para saber ver en todas las direcciones posibles.




5/10/11

4 pasos para la creatividad: Stephen Covey



Dice Spethen Covey que para ser creativos necesitamos cuatro actitudes importantes:

  1. Contemplar el problema desde otra perspectiva. Generalmente nos obstinamos a intentar ver y solucionar los problemas desde una misma perspectiva, por lo general la nuestra. Como bien diría Einstein, si queremos resultados diferentes hay que aplicar métodos o perspectivas diferentes. Alejarnos de aquello que nos preocupa o de lo que queremos darle una solución, desprendernos de las emociones que nos impiden ver mucho más objetivamente las cosas es importante. Preguntas tales como ¿que haría un bombero, un niño, una persona de la calle o, simplemente, alguien de la competencia nos ayudaría a salir de nosotros mismos y comenzar a ver las cosas de forma diferente. Simplemente nos abrimos a otras perspectivas que, por muy absurdas que sean, pueden darnos un poco más de luz a lo que necesitamos.
  2. Identificar las cuestiones clave implicadas. A veces nos quedamos en lo superficial, en las apariencias o en lo que puede tener un valor a novel sentimental para nosotros. ¿Pero es lo más importante? ¿Es la clave que nos puede dar la solución a los problemas? ¿Es lo que daría sentido real a nuestra vida? Si conseguimos un objetivo por complacer a alguien, por ejemplo, pero no resuelve nuestras necesidades reales, ¿estamos llegando al núcleo de lo que realmente perseguimos? Ser claros y sinceros con nosotros mismos y no tener miedo a identificar lo importante es otra de las actitudes fundamentales. 
  3. Determinar que resultados serían totalmente aceptables. Es ahí donde tenemos que determinar lo que buscamos de forma clara. Si en nuestra mente se dibuja de forma clara lo que queremos, tendremos más claro hacia donde ir y se irán abriendo caminos en nuestra mente con montón de posibilidades,
  4. Identificar nuevas opciones posibles para lograr esos resultados. ¿por qué no hacer lluvias de ideas sobre posibles soluciones, absurdas o no de como enfrentar una situación? Mantener la mente anclada, como dije en el primer punto, no nos ayudará a ser creativos. Liberar la mente, sin miedo alguno al que dirán, a si es posible o no realizar las opciones posibles, es importante. Dar rienda suelta a nuevas opciones nos lleva a formularnos siempre una pregunta clave: ¿Cómo? Desde el primer momento que nos hacemos esta pregunta le encargamos a la parte derecha de nuestro cerebro una tarea en la que ella es especialista: la imaginación, la creatividad. Ellas nacen en el hemisferio derecho, es la parte no racional que tenemos y que luego habrá que conjuntar con la parte izquierda, la parte lógica y racional.

4/10/11

Saber mirarnos



Tememos ver nuestras sombras interiores, 
nuestros miedos y nuestra vulnerabilidad. 
Huimos de ello viviendo hacia fuera. 

Miriam Subirana

"No te entregues a tus miedos;
 si lo haces, 
no podrás hablar con tu corazón".  

Paulo Coelho


¿Por qué tememos ver nuestras sombras? ¿Por qué no soportamos el vernos limitados o diferentes a lo que realmente nos gustaría ser, tener y mostrar a los demás? ¿Qué sucede cuando nos dejamos llevar por esos miedos?

Es cierto que vivimos en un momento en el que a la gente le gusta más el huir de si mismo que el adentrarse en su propio interior. El resultado es el vacío que encuentra la gente y la necesidad de buscarlo fuera de sí mismo. El resultado es que cuanto más buscamos fuera, más lejos nos encontramos de encontrar a verdadera paz y el equilibrio interior. Después de mucho tiempo nos encontramos a merced de todo tipo de dependencias exteriores, bien sean personas, bebidas, juegos o situaciones que hacen que nuestra paz, bienestar y equilibrio dependan de ellas y no de nosotros mismos. ¿Qué pasará cuando esos soporten fallen y se caigan? ¿Caeremos nosotros con ellos?

No digo nada nuevo si digo que detrás de todos estos miedos se encuentra una falta de autoestima total. Pero la pregunta sigue ahí: ¿por qué no nos gustamos o aceptamos? ¿por qué queremos ser diferentes? La mente vuelve una y otra vez a repasar el mito de Adán y Eva que no deja otra cosa que entrever la realidad que nos afecta hoy a nosotros. No se trata de una manzana, puesto que la manzana nunca existió. Y si hubiera existido la manzana tampoco ésta hubiera sido el problema. Ellos eran el problema como lo somos nosotros. No se aceptaban. Querían ser grandes, diferentes. "Querían ser como Dios", querían ser "superman" o la "mujer diez", y no solo desde el punto de vista físico, sino desde cualquier ángulo.

Cuando vemos que nos quieren y nos aceptan, se nos cae la baba. Cuando se nos reconoce, rendimos al 150% y la creatividad llega a nosotros con toda la naturalidad del mundo. ¿Te das cuenta? Necesitamos del reconocimiento de los demás. ¿Qué sucede cuando nos quedamos solos? Muchas veces la casa se nos cae encima, otras intentamos evadirnos. No soportamos la soledad, el encuentro con nosotros mismos. ¿Seríamos capaces de estar un día, una semana en silencio total alejados de internet, de la música, de la radio, de la televisión, de los libros, de la gente? 

Aprender apreciar lo que somos, por muy insignificante que sea, es importante. Hay cantidad de detalles que nos hacen únicos, importantes y sobre todo personas con capacidad de aportar a la vida y a los demás. Solo en el silencio podremos apreciar lo que hay dentro de nosotros mismos, reconocerlo y disfrutarlo. Es posible que cuando lo hagamos lo demás también lo aprecien, lo reconozcan y lo disfruten. Este es el proceso para vencer el miedo, y si no se vence el miedo controlará nuestra vida. ¿Por qué dejar que el miedo nos controle?




3/10/11

Comunicándonos con nosotros mismos



La comunicación con los demás es básica, pues ta través de ella podemos entablar relaciones sinceras y profundas que nos ayudarán a formar una relación de pareja, de familia, de trabajo o simplemente social o de amistad. Pero para que haya una buena relación con los demás es básico que haya una buena relación con uno mismo. Si las relaciones nacen de la buena comunicación la relación con uno mismo también. Si no me comunico y no me abro a mi mismo en una comunicación sincera no solo me auto engañaré, sino que también lo haré con los demás, por lo que difícilmente habrá una buena, abierta y sincera relación.

¿Cómo saber o entablar una relación sincera entre nosotros y otros, o con nosotros mismos? Pensamientos, palabras y hechos son los que marcan la pauta. Tiene que haber coherencia entre ellos y deben de estar en perfecta conjugación. ¿Cómo saber si un niño te miente o no? Generalmente lo sabemos si nos mira a los ojos. La palabra, la mirada y la acción tienen que estar de acuerdo. Cuando la mirada o el cuerpo no sigue el lenguaje difícilmente tendremos credibilidad.
  • El pensamiento es lo que probablemente tengamos más claro. Sabemos lo que hay en nuestra mente, lo sabemos razonar y explicar pero posiblemente no coincide con lo que expresamos y menos con lo que hacemos. 
  • Las palabras y el lenguaje corporal indican algo más de lo que hacemos, generalmente nos dan a conocer el ánimo y el espíritu de nosotros mismos. Hemos oído y escuchado a cantidad de personas hablando que han intentado convencernos de mil y una cosas. A veces han leído desde un papel, otras veces desde lo que piensan otras personas más reconocidas que ellas pero otras veces lo hacen desde la propia experiencia, desde el sentimiento, desde lo que creen realmente.
  • La vida no es pensamiento o ideas, ni palabras, sentimientos o sensaciones. Lo que nos ayuda a conocer a las personas y, por ello, a nosotros mismos son los propios hechos, las acciones, las obras: "por sus obras los conoceréis", dice Jesucristo. Son los hechos los que nos revelan nuestra propia realidad.
Es por ello que la congruencia entre estos tres elementos son los que nos permiten conocernos y conocer a los demás. Mirarnos al espejo de nuestra vida nos ayudará a dar pasos reales y sinceros con nosotros mismos y con los demás.





30/9/11

Creatividad y confianza



¿Tienen algo en común la confianza y la creatividad? Para Walt Diney si. ¿Y qué puede ser? Quien no tiene confianza no da pasos en la investigación, en lo que se pretende que sea nuevo, en lo que puede ser original. 

La confianza tiene varias vertientes. Una de ellas, y tal vez la principal, la confianza en uno mismo. Somos sociales y por tanto interdependientes. Las opiniones de los demás pesan bastante sobre las decisiones que tenemos que tomar. Si a ello le añadimos el sentirnos aceptados o no por lo que decidamos el asunto se pone más difícil. Cuando tienes confianza en ti mismo, es decir, una buena autoestima y crees en toda la energía, en la vida y en el amor que hay dentro de ti, esa seguridad te guía, te conduce, te impulsa y te lleva hacia lo que quieres. La duda te hace vacilar, dudar y sopesar más de la cuenta la opinión de los demás por lo que esa dependencia puede acabar con las ilusiones y con los sueños que tienes si los demás no creen en ellos.

Otro aspecto no menos importante es la confianza en lo que haces, en el proceso que realizas en aquello que quieres conseguir. Sentirte bien y a gusto con lo que haces aporta no solamente seguridad y confianza, sino también sentido a la vida. Te sientes plenamente parte de la vida y una parte de ella que no solamente recibe de la vida, sino que también aporta a ella. Cuando no nos sentimos a gusto haciendo algo el sentido de lo que hacemos se deprecia, y al mismo tiempo vamos perdiendo confianza en nosotros mismos por no hacer aquello que realmente nos llena.

Un tercer aspecto es confiar en el objetivo que me he propuesto alcanzar. ¿Es realmente significativo para mi? ¿Que aporta a mi vida y a mi entorno? El tener claro los beneficios de conseguir algo me llevará a luchar con más ahínco, pues creo en algo y en sus beneficios. Me sentiré no solamente inmerso en un proceso que me gusta y que he elegido sino que la consecución de él tiene unas aportaciones para uno mismo y su entorno lo suficientemente grandes como para motivar, creer y luchar por lo que se cree.

Confianza en uno mismo, en el proceso y en lo que se quiere son elementos básicos para caminar y vivir en los momentos de incertidumbre y de dureza de la vida.


29/9/11

Fomentando la curiosidad



Si Walt Disney considera que la curiosidad es uno de los pilares de la creatividad. ¿por qué lo cree así?


  • La curiosidad es algo innato, que nace con nosotros. La curiosidad del niño le lleva a tocar, a golpear su sonajero, a degustarlo metiéndolo en la boca, arrojándolo, así como no calculando si puede llegar a romperlo o no. Nacemos con ese sentido y orientación que nos lleva a saber como están armadas las cosas. Armamos y desarmamos los juguetes, a veces llegando a estropearlos o hacerlos inservibles. Es la curiosidad la que nos acerca al mundo real, la que permite que lo conozcamos con mayor realismo y objetividad sin tener miedo de los límites.
  • Causa y efecto. Vivimos en un mundo en el que hemos asumido costumbres de todo tipo, desde las mecánicas que nos ayudan a conducir un coche hasta las sociales que nos permiten relacionarnos con los demás, pero somos muy pocas las personas que a veces hemos querido saber el porqué de las cosas. El famoso "por que sí" que muchas veces le damos a los niños, sin poder dar explicaciones, muchas veces no convincentes, que les ayuden a entender las cosas impiden que los valores se asuman con cierta lógica y fundamento que nos ayuden a vivirlos de forma coherente se convertiría en algo más sano si sintiéramos la curiosidad de saber el porqué y el cómo funcionan las cosas. La curiosidad nos ayuda a vencer el miedo a tener que afrontar lo desconocido.
  • Sobrepasar nuestros propios límites. Dicen que "la curiosidad mató al gato". Tal vez por ello nos hemos quedado en muchas ocasiones sin abrir puertas que nos hubieran aportado algo importante a la vida. Es cierto que por curiosidad hemos asumido riesgos y nos hemos equivocado. Pero de la equivocación también se aprende. De lo que no se aprende es de lo que no se ha querido experimentar pues nunca sabremos lo que podría haber pasado.
  • La curiosidad nos ayuda a pensar en vez de ser autómatas. Si queremos saber como funcinan las cosas hay que pensar. No hay nada como vivir con interrogantes, a pesar de ser éstos algo de lo que queremos huir constantemente. El interrogante, paradójicamente, nos ayudar a acercarnos a la verdad a la par que puede producir inseguridad, mientras que el vivir sin interrogantes nos aleja de la verdad al mismo tiempo que nos da una falsa seguridad.
Estaba pensando en cómo fomentar la curiosidad. ¿no sería bueno ser como niños y hacer lo que hacen ellos? Lo primero que se me viene a la mente es la capacidad que tienen ellos para desmontar y montar un juguete. Cuánto más sofisticado sea el juguete más será la curiosidad que puede ofrecernos.

Pero también podemos desmontar teorías, ideas, valores, costumbre que podemos tener. Cuestionar lo que creemos posiblemente nos ponga nerviosos, pero ampliará nuestros horizontes de miras, nuestras perspectivas y acrecentará nuestra creatividad.




28/9/11

Los pilares de la creatividad



No cabe duda de que uno de los mayores creativos y perseguidores de sueños en la historia de la humanidad ha sido Walt Disney. Para él sólo uno mismo puede marcarse los límites a la creatividad y a la consecución de los sueños. Hoy la factoría de sueños y de fantasías están por cualquier rincón del mundo. ¿Cómo lo ha conseguido? Cuatro son los puntos claves para él:

  1. Curiosidad. Un valor o una cualidad que a mucha gente puede llegarle a molestar pues da la impresión de que en ocasiones entran en la intimidad de las personas. Pero la curiosidad es el afán de querer conocer más allá de lo que uno sabe. Curiosidad además de conocer lo establecido es experimentar con lo que podría ser y que de momento no es. "No hagas esto, no hagas lo otro", le decimos muchas veces a los niños. Sin querer estamos muchas veces cortando la iniciativa, la creatividad y la imaginación. Tenemos que despertar este sentido tan potente dentro de nosotros mismos. Aprenderemos más de lo que creemos. ¿Has sido curioso alguna vez? ¿Has aprendido algo?
  2. Confianza. Otro valor importante e imprescindible. La confianza nos inunda de seguridad, y ésta nos lleva a iniciar el camino y a no desanimarnos en ningún momento. Quien tiene confianza y seguridad avanza con paso firme aún cuando no vea los resultados en un primer momento. Creer te da fortaleza y persistencia en lo que quieres conseguir.
  3. Coraje.El valor para iniciar un camino, para dar el primer paso, para ser alguien diferente al que pueden tachar de loco, de irrealista o de cualquier otra cosa que no sea bien visto por la sociedad requiere precisamente eso, el coraje de afrontar el camino para conseguir lo que para otros es una mera ilusión o lo que podría ser el quebrantamiento de una forma de vivir o de comportarse ante la vida.
  4. Constancia. Dar un primer paso es importante, pero el segundo, el tercero y todos los que vienen después mucho más. Son muchos los que caen a las primeras de cambio, los que se ahogan ante las dificultades o faltas de apoyo, los que se desaniman ante la falta de resultados. La creencia y la confianza en lo que se quiere es lo que alimenta la constancia. Sin ella no llegamos a la meta.

27/9/11

Libertad y flexibilidad



Hoy es uno de esos días en los que lo que tenias planificado se viene abajo y no por culpa de uno mismo sino de las circunstancias. Lo curioso es que cuando las cosas no salen como uno quiere puedes reaccionar de varias maneras:

Aceptarlo. Muchas veces es difícil, sobre todo cuando nuestra mente es cerrada. Por fortuna cuando aceptamos lo que hay, que no quiere decir que estemos de acuerdo con ello, hay algo que merece la pena ser reconocido, la libertad de no vivir en la lamentación y sí en la apertura a lo que puede ser diferente, circunstancial o incluso casual. Hay cosas en la vida que jamás se hubieran dado si no fuera porque las cosas se hubieran dado de forma diferente a como pensábamos o esperábamos.
Esta aceptación y libertad nos llevan averrugados tiempo e interés a otras cosas, personas o circunstanciad a las que jamás le hubiéramos prestado atención, por lo que no ofrecen alternativas nuevas.

Hay un ingrediente emocional importante y es que en la medida en que aceptamos y nos abrimos a la realidad es que vivimos más equilibradamente. Los que no aceptan los hechos y las circunstancias generalmente viven tensos, malhumorados y sin una paz y equilibrio interior, cosa que luego se deja ver en las relaciones con los demás.

¿Cómo llegar a tener esta actitud de aceptación y de apertura?

Todo es relativo, seria la primera regla. Nada es absoluto. Las cosas pueden ser y dejar de ser en un momento. De la misma manera que la muerte nos puede sorprender en cualquier momento y la vida sigue sin nosotros, nosotros también lo podemos hacer sin aquello que teníamos en mente. Nada es absoluto, todo es relativo.

Yo soy mas importante que cualquier cosa que pudiera ocurrirme. Yo tengo que estar siempre por encima de las circunstancias y no dejar que mi libertad de escoger como vivirías sucumba ante ellas mismas. YO decido como quiero vivir, sentir y reaccionar en cada momento.

Cada situación de la vida me invita a crecer, a pensar, a desarrollarme de una forma totalmente nueva y creadora. No estoy, ni estamos llamados a encasillarnos en esquemas, en circunstancias. Estamos llamados a ser libres.


26/9/11

Un mundo de posibilidades



Cada vez está más claro que ante determinadas situaciones no todo el mundo reacciona de la misma manera. Mientras que unos se hunden en el abismo otros resurgen de las cenizas con más fuerza. Aquella frase de Jesús de que "si el grano de trigo no muere, no da fruto parece que se vuelve realidad para los que tienen actitud positiva, mientra que para los de mentalidad negativa la misma muerte se los lleva. ¿Por qué unos reaccionamos de una manera positiva y otros de forma negativa? ¿Por qué los traumas para uno son un losa mientras que para otros son un acicate y una fuente de vida?

Hay una cosa que está clara, y que si tu mismo te la preguntas posiblemente encuentres respuestas altamente sorprendentes. ¿Donde nacen todos los avances de la ciencia? Generalmente nacen de necesidades concretas: el teléfono nace de una necesidad de comunicación, los medicamentos de una necesidad de salvar vidas o de paliar dolores, los automóviles de una necesidad de trasladarse de un lugar a otro, las lavadoras de una necesidad de facilitar la colada. Ante las necesidades hay personas que simplemente se han hecho una pregunta: ¿qué puedo hacer ante esta circunstancia? ¿Qué puedo aprender de ésta situación?

La resignación, por el contrario, es una señal de un empobrecimiento de nuestra mente y de nuestra sensibilidad ante los problemas que uno mismo tiene, o que otro pueden tener. Resignación es lo mismo que negar el mismo proceso de la vida: esto es así, y nadie puede cambiarlo. Pero, ¿qué pasaría si alguien cambiara esa circunstancia? En la medida en que no queremos pensar y cuestionar la misma realidad permitimos que aquello que no nos favorece siga su proceso, sin cambiarlo y, por ello, sin crecer ni evolucionar.

Todo lo que tenemos y de lo que gozamos es fruto de mentes inquietas y de mentes sensibles que no se han conformado con lo que había y que han querido facilitar las cosas a ellos mismos y a los demás. Cerrarse ante el sufrimiento, la enfermedad, el fracaso, la incomunicación, etc, es cerrarse a todo un mundo de posibilidades, de innovaciones, de mejoras y de crecimiento personal o social.

En el Evangelio hay una situación que nos invita a la búsqueda constante de resolución de problemas. ¿Te acuerdas de las bodas de Caná? Se les había acabado el vino. ¿Qué hizo la madre de Jesús? Ni corta ni perezosa invitó a los sirvientes, y sobre todo a Jesús, a hacer algo: "Haced lo que Él os diga". A Jesús le obliga a pensar, a los encargados a realizar algo diferente, llenar las ánforas de agua. El milagro viene después, cosa que no hubiera pasado si se hubieran puesto a llorar, lamentarse o resignarse.

Algunas preguntas clave, pues, puede ser:
  • ¿Y ahora que puedo hacer yo?
  • ¿Qué posibilidades pueden surgir desde esta situación?
  • ¿Cómo puedo crecer desde lo que me toca vivir?
  • ¿Que harían otras personas en mi situación?
  • ¿Qué soluciones, aun siendo raras y no teniendo yo posibilidades, puede haber?
Lo importante es dejar fluir el hemisferio derecho que todos tenemos, y muchas veces bien dormido, que es la fuente de la imaginación, creatividad y de nuevos caminos.


23/9/11

En medio de las tinieblas, la luz



Estaba preocupada y en más de una ocasión se había planteado el arrojar la toalla. Me comentaba su situación laboral, no tenía trabajo, A nivel emocional todo un mundo de dudas le rodeaba y se sentía medio perdida. A medida en la que iba hablando me daba cuenta, y así se lo hice saber, que en su discurso, en sus dudas faltaba un detalle importante y fundamental: ella misma.

Como bien decía uno puede agarrarse a cualquier situación: santería, drogas, alcohol, religión bien o mal entendida y olvidarse de algo importante, de que la clave y la solución se encuentra generalmente dentro de uno mismo. Su atención se desviaba en todo momento hacia situaciones y personas que le hacían depender de ellas, que la anulaban, que la empequeñecían y le hacían tomar decisiones que la limitaban, que le hacían se más dependiente de otros y, por lo tanto, menos libre. Esa situación de impotencia era lo que le hacía sentir poca cosa y dependiente de los demás. La libertad era lo que añoraba, deseaba y quería.

Pero había algo que se interponía de forma brutal entre lo que quería y ella misma: el miedo. ¿Miedo? Todos tenemos miedo, le dije. El miedo puede ayudarnos a crecer o puede paralizarnos por completo. Cuánto más espacio le de, más influencia tendrá en mi vida. Cuánto menos lo deje habitar en mi mente, menos poder tendrá sobre mí, le comenté.

Pero me llamaba la atención en todo ello, esa sensación y experiencia de creer que la salvación viene de fuera. ¡Qué difícil es creer en uno mismo y en sus propias potencialidades! Es la decisión que yo tomo la que me encamina hacia un lado o hacia otro. Soy yo, y no las fuerzas satánicas, ni las circunstancias de la vida las que hacen que me mueva en una dirección u otra.

Encontrarme yo conmigo mismo, con lo que valgo, aunque me pueda equivocar en la vida, es lo que me permite crecer y vivir. Soy yo el que tiene que decidir. La vida depende de mi y de nadie más. 


22/9/11

Partiendo de las limitaciones



¿Es posible que una limitación pueda ser un punto de partida para conseguir los objetivos que queremos? Se me ocurre esta pregunta a raíz de una frase de Vittorio Gasman en la que dice que las imperfecciones nos dan miedo, pero el resolverlas nos ayuda a tener valor. Al mismo tiempo la mente se me va a jugadores de baloncesto que son bajos y que por su pequeña estatura han tenido mucha más agilidad que los grandes o altos y han desestabilizado al equipo contrario. Muchas veces lo que puede ser una limitación puede convertirse en un auténtico aliado para poder conseguir lo que queremos.

Las limitaciones de uno puede que para uno mismo sean limitaciones pero, ¿y para los demás? ¿También lo son? Si considero que mi limitación lo es, lo será. Pero si considero que mi limitación puede aportar algo a lo que yo quiero conseguir, también lo aportará. Sería un poco el saber aprovechar las circunstancias de cada uno para poder sacarle el mayor provecho posible. Una pregunta que podríamos plantearnos de forma seria podría ser: ¿Qué beneficios me puede aportar esta limitación?

En vez de sentirnos ahogados en lo que nos limita podemos mantener una actitud positiva, que seguro que la tiene, a lo que nos deja muchas veces paralíticos e inmóviles ante las situaciones que nos condicionan. ¿Qué ha llegado a desarrollar un ciego en vez de la vista, y que ha desarrollado mucho mejor que muchos videntes? ¿Qué han desarrollado muchos sordomudos que no han sido capaces de desarrollar aquellos que hablan y oyen? 

Cuando las limitaciones nos frenan en la vida, malo. Pero cuando sirven de acicate y nos motivan a crecer nuestra autoestima y nuestra valía crece en demasía.