¿Por donde empezar? Porque la verdad es que cuidamos de nuestra higiene corporal de forma ordinaria. Pero la higiene mental o psicológica comienza en todos y cada uno de los pensamientos a los que le damos cabida en la mente. Y no hay peor tormenta que la que uno decide crearse por si mismo en la cabeza.
Todos pensamos, pero también es cierto que hay muchos pensamientos irracionales en nuestra mente. Pensar es gratis pero ¿filtramos realmente todo aquello que llega a nuestra mente? Damos por cierto muchas cosas sin profundizar en ellas. La ciencia tiende a comprobar y contrastar todo. Pero nuestros pensamientos habitan en nuestra cabeza de forma gratuita con todas las implicaciones que tienen en nuestras palabras, actos, hábitos y el destino de nuestra vida. ¿Nuestro Karma?
Ya lo decía bien claro Einstein, Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio. ¿Por qué? Y sabiendo que son los pensamientos que tenemos los que acaban por moldear nuestra vida deberíamos estar más abiertos a cuestionarlo, pero la realidad es diferente. De hecho hace unas horas leía una frase de Benedetti que decía más o menos "En la vida tenemos que evitar tres cosa CIRCULOS viciosos, TRIANGULOS morosos y mentes CUADRADAS.
La mente, por su gran importancia en nuestra vida, debería estar filtrando de forma constante todo aquello que decide mantener como fundamental para nosotros, Ser cuadrados de mente nos cierra a cuestionar cuanto hay de irracional en nosotros y a someternos muchas veces a ideas sin fundamente y ridículas que echan a perder nuestras vidas.
Una de las ideas y pensamientos que más nos frenan y que más condicionan nuestras vidas es el miedo. Los miedos que, estadísticamente, no llegan a hacer realidad aquello a que tememos en el ochenta por ciento de las veces.
¿No sería bueno, pues, tener una buena higiene mental?
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