Últimamente están de moda los anuncios en la campaña de seguridad vial la importancia que tiene "un instante", un instante de descuido en el coche que pueden acabar con un accidente y éste con tu vida. Es una realidad y no deja de tener razón. Una decisión que puede cambiar toda una vida.
Imagínate por un momento la actitud con la que afrontamos un trabajo, una relación de pareja o la misma vida. ¿Nos condiciona? Totalmente. Podemos tener una actitud negativa que cerramos las puertas a cualquier idea o acontecimiento positivo que pasa por nuestra vida.
¿Y si tenemos una actitud positiva? Tan sencillo como reconocer que aprovechamos las circunstancias y buscamos todo aquello que hay de positivo en las personas, en los trabajos para sacarle partido positivo.
¿Dónde radica la diferencia? La actitud con la que afrontamos las cosas o a las personas en la vida. como se repite hasta la saciedad, lo que para unos es un obstáculo para otros es una gran oportunidad. No podemos negar que en las mismas circunstancias unos triunfan y otros fracasan. ¿Qué hace posible una y otra cosa? La actitud.
Podemos justificar con mil y un argumentos las actitudes negativas que tenemos, unas veces basadas en la baja autoestima y otras en las dificultades externas, pero la realidad es que ante las misma circunstancias unos fracasan y otros triunfan.
¿Qué actitud alimento en mi vida? Y si es negativa, ¿por qué? El poder de cambiar la actitud está dentro de cada uno de nosotros.
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