"Hacer que las cosas sucedan", esa es la pura realidad y sobre todo la profunda tristeza de ver que muchas veces las cosas no suceden porque nosotros no las provocamos o porque no preparamos las herramientas o estrategias para que sucedan.
Hoy vemos en las noticias como situaciones van cambiando porque van naciendo desde la creencia que se puede cambiar y porque se toman iniciativas que en un principio parecen pequeñeces o tonterías y que después tienen una repercusión mediática a nivel nacional o incluso mundial.
El ejemplo más claro puede ser el momento político que se vive en el sur de Europa que ve nacer nuevos movimientos que ponen en jaque a las antiguas estructuras que han dañado la dignidad y la seguridad de la gente.
Lo podemos ver en pequeñas empresas que han nacido desde el más humilde pueblo y que por presentar sus proyectos o productos en internet han visto como su crecimiento ha sido exponencial y hoy se han convertido en grandes empresas en un corto periodo de tiempo.
La iniciativa es lo que hace falta, que parte desde la creencia de lo que uno quiere y sueña, y desde ese sentimiento de responsabilidad de que uno puede lograrlo siempre que lo planifique bien y sepa utilizar bien sus recursos internos y externos.
Y creo que todos tenemos la experiencia de haber conseguido cosas porque lo hemos querido, lo hemos buscado y creado las circunstancias para que sucedieran.
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