La recompensa es ver lo que uno cree, aunque el valor está en tener la capacidad de soñar, de ver, de querer algo distinto que llene y ayude a los demás.
El pasotismo, la conformidad nos lleva a no tener sueños.
Yo recuerdo que en mi vida cada vez que te encuentras con un problema y una necesidad hay un instinto de querer ayudar, solucionar, ofrecer alternativas. Unas veces salen bien y otras no tan bien. Pero siento que estoy en la vida, que respiro, pienso, visualizo cosas que pueden ir a mejor y trato de hacer algo.
Soñar y desear algo mejor. Es lo importante. Tomar conciencia de que la vida no es sobrevivir, es hacer algo más. Es sentir que eres parte de ella porque eres capaz de aportar vida y soluciones.
Hago un brindis por los soñadores, por lo que buscan algo diferente, por los que no se conforman con lo que hay, por los que aspiran a algo en la vida.
Soñar y creer, más ilusión y trabajo se convierte en resultados.
La fe es creer y lanzarse con todas a por aquello en lo que se cree.
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