- Aceptar la parte injusta de la vida. La vida no siempre nos parece justa. Unas veces nos sentimos perjudicados y otras veces que nos sentimos beneficiados hay partes que se sentirán perjudicadas. Nunca llueve al gusto de todos. ¿Qué hacer? Aceptar la realidad y, desde ahí, hacer lo que mejor se pueda para conseguir lo que realmente nos satisface de la vida
- Valorar sus recursos y capacidades. El que, aparentemente, la vida nos de palos no quiere decir que no tengamos opciones para conseguir mejores cosas. En los momentos malos es fácil venirse abajo y creer que no valemos. Echar mano de aquello que tenemos y que puede sernos útil es muy importantes pues son los propios recursos los que utilizaremos para salir adelante ya que los dominamos y podemos darles un buen sentido en medio de la oscuridad.
- Observar el propio potencial existente. Es un momento de no perder la perspectiva de lo que podemos desear en la vida. Es desde las propias cenizas, desde fracasos estrepitosos y desde malos momentos desde donde se han reconstruido grandes imperios. Es el momento de empezar otra vez.
- Los problemas tienen solución. Es fácil quedarse bloqueado ante situaciones que se nos vienen encima. Es ahí donde perdemos la capacidad de respuesta. La proactividad tiene un papel muy importante en la resolución de los problemas. Formularse una pregunta como: ¿Y a partir de aquí que puedo hacer.....? abre las puertas a un mundo más positivo. Intentas buscar propuestas desde ese punto de vista es una actitud positiva y madura.
- Diga adiós al victimismo. ¿A dónde nos lleva la lamentación? A quedarnos en el pasado, en la pérdida, en el dolor. Y no creo que esa actitud ayude mucho a vivir y a encontrar soluciones. Fijarnos más en lo que queremos que en lo que hemos padecido o hemos perdido nos ayudará a ponernos en camino.
- Implicarse con responsabilidad. La vida no depende tanto de lo que los demás nos hagan sino de lo que nosotros hacemos. Es por ello que la responsabilidad y la madurez se miden por nuestra capacidad de dar una respuesta responsable ante la circunstancias que se nos vienen encima.
- Comprométase. Y de la responsabilidad viene el compromiso con aquello que buscamos. Nadie nos lo va a dar, nosotros tenemos que conseguirlo y solo lo haremos si nos comprometemos con nuestros objetivos,
- Ponga un ritmo diferente en su vida. Hoy por hoy podemos dejar llevarnos por la velocidad que la vida nos va imponiendo y tal vez nos olvidemos de saborearla en su justa medida. No podemos ser esclavos ni tan siquiera de nuestras metas ni de nuestros objetivos. Si lo somos perderemos la capacidad de disfrutar incluso de los contratiempos de la vida.
- Observe la vida de forma positiva. La vida nos deparará no solo lo que ella misma puede ofrecernos sino lo que nosotros buscamos con pasión. La positividad abre muchas puertas y levanta cantidad de estados de ánimo haciéndoles ver más tarde los resultados.
- Buscadores de tesoros. La vida nos ofrece cantidad de oportunidades. El famoso dicho de que no hay mal que por bien no venga o el de que una puerta cerrada abre otras es verdad siempre y ciando no nos empecinemos en conseguir nuestros objetivos de la misma manera o a cualquier precio. Tal vida la vida parece quitarnos algo, pero si estamos atentos nos dará otras cosas.
- Enfrentarse en lugar de huir. Tenemos miedo de lo malo por conocer, de las nuevas experiencias y de los nuevos caminos a emprender. Cuando perdemos seguridades intentamos cerrar los ojos, no querer ver, aferrarnos a lo que tenemos o a lo que teníamos. La inseguridad, si nos enfrentamos a ella, nos ayudará a tener una mayor confianza en nosotros mismos.
2/12/13
11 actitudes para superar los palos de la vida
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