Hace un par de día me encontraba con una manifestación de comerciantes que protestaban por una decisión del Ayuntamiento sobre la peatonalización de la zona centro de la ciudad. El miedo de los comerciantes era un tanto lógico ya que en una sociedad un tanto cómoda que quiere las cosas al alcance de la mano sentían temor a que los coches, al quedar un poco más lejos de lo habitual hiciera posible que una menor afluencia de gente viniera hasta sus negocios.
En las grandes capitales existen zonas que no están abiertas al tráfico, y la experiencia dice que han ganado mucha más afluencia de gente y que los comercios venden mucho más. Es curioso, pues, como muchas veces alimentamos el miedo que tenemos en la vida no informándonos sobre lo que la misma situación ha provocado en otras situaciones o como otras personas han salido adelante en las mismas circunstancias.
La información, el análisis, el contraste son, pues, actitudes muy importantes a la hora de vivir cambios y nuevas situaciones. Cuanto menos información tengamos sobre los aspectos que nos atemorizan, menos armas tendremos para luchar contra el miedo que las situaciones nos imponen muchas veces. Cuánto más conozcamos las situaciones, nos informemos sobre ellas y sepamos como otros las han afrontado, más posibilidades tendremos de minimizar el miedo en nuestras vidas.
Bien dicen que estamos en la era de la información, y la información es poder. Cuánta más información tengamos sobre la vida, las relaciones, el trabajo o situaciones que nos afectan, más poder tendremos sobre ellas para poder controlarlas y sentirnos libres de todo tipo de miedo.
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