"Les aseguro que ustedes me buscan, no porque han visto signos, sino porque han comido pan hasta saciarse".Jn 6,25. Ante esta contundente reflexión o palabras de Jesús cabe preguntarse: ¿Qué buscamos en la vida? El pan que sacia al instante o lo que realmente llena nuestra vida. Dicen que "pan para hoy, hambre para mañana". En experimentos realizados a niños y seguidos a lo largos de los años se demuestra que los niños que, en un experimento, no eran capaces de aguardar unos minutos a que llegase su profesor para comerse unos caramelos experimentaban una mayor ansiedad en el futuro y era más difícil que alcanzasen sus metas.
Jesús en nuestro crecimiento personal nos invita a no saciar el presente, no mirar a corto plazo y sin vivir con un sentido de la vida a largo de tal manera que podamos sentirnos realmente satisfechos dentro de nosotros mismos y con las metas que queremos alcanzar.
Miremos hacia dentro: ¿Cuántas veces las prisas y la ansiedad han sido malas consejeras? ¿Cuántas veces por saborear el presente hemos perdido nuestras apuestas de futuro? Y por el contrario, ¿cuánsta veces el saber esperar nos ha proporcionado de logros importantes en nuestra vida?
Los signos de los que nos habla Jesús son signos de estilos de vida, de saber afrontar la vida desde al angulo del amor, desde la perspectiva constructiva, desde la mirada de la realización de las personas como tal. Una mirada plenamente humana y divina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario