1/5/12

Ser único



Si le preguntan a una madre, dirá que cada hijo es único. Si le preguntan a un entrenador deportivo dirá que sus jugadores son únicos. En la vida real, si nos lo preguntan a nosotros, ¿que diríamos?

Hay una dinámica de grupos en la que un barco naufraga y en el bote salvavidas meten a cuatro persona. Una de ella no tiene lugar. Si sube a la barca ésta se hunde. La dinámica consiste en que cada uno tiene que hacer valer la importancia de su persona para que no le hagan bajar de la barca. Uno tiene que defender su valía como persona y lo que puede llegar a ofrecer a la sociedad como superviviente.

Aunque es un juego que intenta hacer profundizar en la valía de cada uno, en desarrollar una mayor autoestima y en la que se puedan descubrir los valores y talentos que cada uno tiene, lo cierto es que muchos parecían desconcertados y no saber como defender su presencia en la vida.

Si alguien nos preguntara que es lo genuino que tenemos como individuos, lo especial que nos define como gente importante, y lo que nos hace auténticamente diferentes. ¿que diriamos? ¿Qué es lo que sobresale de nosotros? ¿Qué es aquello que no permite sentirnos auténticamente útiles y necesarios para los demás.

Lo mismo sucede si nos lo planteamos como empresa, como grupo de trabajo, etc. El camino que van tomando las cosas a nivel global y estructural requiere que tomemos conciencia de que, nos guste o no, se nos valorará no por la mediocridad, sino por aquello que nosotros hacemos de forma excelente y que difícilmente otras personas podrán hacer mejor que nosotros. Y la respuesta la llevamos dentro de nosotros mismos, pues son nuestros talentos, los que llevamos dentro los que nos hacen ser genuinos. Pero, ¿somos conscientes de ellos? ¿los desarrollamos? ¿los vivimos plenamente?


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