Dime con quien andas, y te diré quien eres, dice el refrán. Y si quieres triunfar lo lógico y normal es que te juntes con los que triunfan y con los que quieren triunfar. Si nos rodeamos de perdedores, victimistas o profetas del fracaso acabaremos en la misma senda. ¿Cómo juntarnos? ¿Donde buscarlos?
Mirar alrededor. Nuestra capacidad de observar y contemplar la misma vida y las personas que cerca o no muy lejos de nosotros triunfan ya es un muy buen paso.
Hoy ni hay distancias. A través de la red podemos saber de los que triunfan e incluso podemos contactar con ellos. La distancia ya no es un problema,. Es cuestión de actitud, de querer.
Si el reconocer el éxito que vive a nuestro lado ya es un muy buen paso, el tomar consciencia de los procesos que esas personas llevan a cabo lo es mucho más. Es un paso que va de lo superficial o lo más profundo y al conocimiento de las cualidades y talentos que se desarrollan en el proceso.
Un paso más es el preguntar, indagar e incluso el compartir con aquellos que han logrado su éxito el éxito que uno quiere lograr en la propia vida. Unos se sentirán halagado de que les busque para compartir su sabiduría, otros lo harán sabiendose útiles en ayudar a quien lo necesita a conseguir sus objetivos.
Buscar entre la gente que vive alrededor a aquellos que comparten tus intereses e inquietudes es alimentar de una manera u otra las propias ilusiones. Somos lo que comemos, lo que pensamos y el producto de con quien bus rodeamos.
Yo elijo lo que quiero, y entre ello elijo también con quien compartir mis sueños e ilusiones, pero sobre todo elijo a quien apoyará mi canino.
Yo decido por donde andar, el que pensar, como sentir ante la vida y de quien rodearme.
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