Leía hoy que el Coaching acaba con todos los escondites que nos construimos en nuestra vida. Creo que es verdad. El Coaching esta montado sobre una dinámica de preguntas que intentan ayudar a conseguir objetivos y una de las cosas que más nos aterra a los humanos es que nos estén desnudando constantemente. Es como si no quisiéramos vivir mirándonos frente a un espejo.
En un proceso normal de Coaching ves el objetivo, el camino a recorrer, los obstáculos a encontrar, las diferentes opciones frente a éstos, por lo que la decisión de dar el paso, de caminar y de alcanzar las metas está al alcance de la mano.
Cuando no se da el paso surgen más preguntas que intentan dar con la raíz del freno y con las diferentes opciones que pueden liberar los frenos, manteniendo siempre los profundos valores que uno tiene. No queda otra que enfrentarse a los objetivos poniendo todas las cartas sobre la mesa. Preguntas que se hacen para clarificar las metas, el camino, los recursos que uno tiene y los recursos con los que uno cuenta a su alrededor.
Pregunta, pregunta, que tanto preguntarse ayuda a caminar y a alcanzar el objetivo.
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