22/7/10

Admirar lo que nos rodea




Parece que vivimos rodeados de enemigos y de adversidades. Cantidad de veces, si nos observamos bien, vivimos a la defensiva. El sentido de la admiración y del agradecimiento lo vamos perdiendo y lo más seguro es porque vivimos anclados en experiencias del pasado y ansiosos por lo que puede venirnos por parte del futuro.

Rodeados de prisas vivimos en una situación de estrés permanente. ¿Lo peor de ello? No ser capaces de vivir, contemplar y admirar cada cosa que hacemos privándonos así de la riqueza que la vida nos presenta en cada momento.

¿Te has fijado en nuestra manera de comer? A las prisas, a veces de pie y sin llegar a saborear lo que estamos comiendo.

¿Te has parado a escuchar los ruidos del silencio? Y los ruidos que te rodean, ¿te has centrado en ellos, eres capaz de identificar la vida que hay en cada uno de esos ruidos? 

Y los colores, los gestos de las personas, la luz del día y otras tantas sensaciones que la vida nos va presentando segundo a segundo. ¿Somos capaces de pararnos ante ellas y dejarnos llenar por su vida y energía?

Y nuestro cuerpo, ¿somos conscientes de nuestra manera de caminar, de andar erguidos, del rostro que ponemos ante las personas? ¿Somos conscientes de nosotros mismos y de la actitud que tenemos ante la vida, ante los demás y ante nosotros mismos?

Ser positivo empieza por esa actitud de saber contemplar y adquirir, a través de la contemplación de las cosas y personas, la energía y la vida que ésta misma nos presenta.

Pararse en cada momento de la vida, aunque sean cinco minutos y de vez en cuando, sea en casa, en la calle o en el trabajo, o estando con familiares, amigos es una forma de alimentar nuestra actitud positiva hacia nosotros mismos y hacia lo que recibimos de nuestro exterior.

¿Qué más necesitamos?

2 comentarios:

chave dijo...

Hola Fernando. La verdad que lo que dices es tan cierto como que cada mañana nace un nuevo día. Es muy difícil poner en práctica eso que dices, pararnos, observar, valorar lo que nos rodea. Siempre vamos pendientes del reloj, de las obligaciones, nos pasamos media vida esperando a que llegue la otra media, en lugar de centrarnos en el presente. De un tiempo a esta parte he intentado ponerlo en práctica en mi vida, y creo que voy por un buen camino. Saludos y gracias por tus palabras

Unknown dijo...

Anoche leía algo que me llamó la atención: Quien no sabe apreciar un instante, no sabrá apreciar la vida en sí, ya que la vida está hecha de instantes. ¿No te parece?

Saludos

Fernando