1. No dejarse llevar por las situaciones externas.
Vivo en una zona turistica en loa que apenas llueve. Una o dos veces al año nos visitan las aguas. Han sido varias la veces en las que en periodos de "puente", ese periodo en los que coinciden dos dias festivos juntos y las empresas suelen cerrar y tomarse tres o cuatro dias de descanso por estar el fin de semana en el medio, las aguas han visitado a los que buscaban sol y playa. Y mira por donde que el sol y la playa se les negaba en esos dias. Yo sentía cierta pena porque después del dinero gastado en aviones y hoteles podían ver frustradas sus ilusiones.
¿Cómo reaccionarían estas personas? ¿Se meterían de lleno en el Hotel, con el todo incluido? ¿Maldecirían a la Mala Suerte por acompañarles en el viaje y no poder gozar de lo que buscaban? ¿Se sentirías frustrados e impotentes y serían testigos del mal tiempo detrás de las ventanas de un hotel?
La vida fluye y ante las adversidades tenemos dos opicones: Reaccionar, protestando, lamentándonos y sientiéndonos victimas del infortunio o buscar alternativas, opciones, oportunidades para explorar nuevas cosas que tal vez teniamos aparcadas desde hace tiempo y que nos gustaría realizar o abrirnos a una nueva serie de situaciones que son desconocidas para nosotros y que pueden aportar nuevas experiencias, sensaciones, vivencias, encuentros o conocmientos a nuestra automática vida de habitos y costumbres.
Hoy me asomo a la ventana de la vida, no veo lo que espero ver, no encuentro lo que esperaba hallar y....., ¿qué hago? ¿permitir que todo se venga abajo? ¿desilusionarme? ¿permitir que esos acontecimientos que yo no puedo controlar me controlen a mi?
La vida es algo más. Iniciativa, para eso tenemos la mente, para saber que detrás de cada dificultad hay oportunidades diferentes que ni siquiera nos habiamos planteado. Detrás de cada oportunidad hay diversidad y ésta enriquece nuestra vida de una forma distinta a la que habiamos planeado. Me viene a la mente la persona que va a realizar una comida de forma inesperada y que no encuentra en la nevera sino las sobras de dias anteriores. ¿Qué hacer? Tal vez utilizar esos mismos recursos, no para sacar lo mismo, sino para inventarse un plato rico, sabroso y diferente que no es la suma de lo que hay, sino algo más que la suma: la creatividad y la mente al servicio de las circunstancias. Admiro a mi mujer en ese aspecto. Tiene una habilidad increibel para ser proactiva en este aspecto.
¿Por qué no aprovechar los malos dias de la vida para hacer de ellos algo diferente y creativo? Cada día tiene su propio afán y en este afán podemos encontrar muchas, extrañas, diferentes y enriquecedoras oportunidades de vivir y de crecer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario