Alguien preguntaba si una bofetada a tiempo a un hijo era signo de maltrato infantil. El no lo consideraba así ya que de pequeño había recibido alguna y no ha quedado traumatizado por ello. Y es cierto, puede que haya en un momento determinado de nuestras vidas un momento en el que se no haya escapado una bofetada y no haya que considerarse un maltratador. Pero lo que si conviene tener en cuenta son varios aspectos.
Antes de dar la bofetada, ¿cuál suele ser el estado de ánimno de uno? Porque puede suceder que un día podamos dar una bofetada por algo y otro dia ser muy transigengte, por lo que la bofetada puede partir de un estado de nerviosismo, stress o de ansiedad que solemos pagar con los demás.
También es importante el preguntarse: ¿Qué medios utilizo para educar? ¿Razono con los hijos las metas a las que hay que llegar? ¿las entienden? ¿participan ellos a la hora de poner las metas? ¿se incentivan o premian? ¿se castigan ni violencia fisica o verbal?
Alguien también apuntaba un dato muy importante: Si no utilizo la violencia con los mayores, ¿por qué si con los niños? Y algo que puede llegar a preocupar es cuando utlizamos la situación de autoridad, para sentir que tenemos una situación de poder, desde la que podemos controlar a nuestro gusto y así sentirnos realizados.
La educación nos lleva a tener que ser claros en lo que se quiere conseguir, y dentro de la claridad tenemos que hacer que los niños partipen en el proceso, fijándose son limites y también los objetivos, de tal manera que ellos sean, junto con nosotros, los autores de su propio desarrollo.
Un video para reflexionar
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