A veces veo a mi hija que coge una cosa y quiere montarla ella sola; por momentos intento ayudarla y la mayor parte de las veces se resiste, llega a incluso a enfadarse cuando le digo que es complicado para ella. Pero llega el momento en que acabas por entender su proceso de autonomía, y cuando ve que no es capaz pide la ayuda que necesita. Y cuando aprende y consigue hacerlo la destreza se vuelve realidad.
Es interesante el proceso para saber hacer las cosas, bien sean de tipo material, bien sean de relaciones humanas. Yo creo que muchas veces deberíamos partir de la pura realidad: NO SE NADA. Y de ahí han partido grandes genios de la filosofía, de la ciencia y del arte de vivir. Decía el gran filosofo griego Sócrates que “yo sólo se que no se nada”. También argumentaba algunos astrofísicos que cuanto más conocen, más saben la ignorancia que tienen. Hay un proverbio oriental que dice que para llenar la taza primero hay que vaciarla. Y es que muchas veces intentamos saber y hacer desde lo que creemos, y nos damos cuenta de que lo que creemos a veces no es suficiente. Darse cuenta de que uno no sabe todo lo que cree es el principio, como diría Tony de Mello, de nuestro DESPERTAR.
Hay un segundo paso importante que sigue al no saber que no se, que es el saber que no se. Es aquí cuando un gran sentido de la realidad y de uno mismo nos lleva a ESTAR ABIERTOS a lo nuevo, a lo diferente, a lo que no sabemos, a lo que necesitamos. Al sabernos IGNORANTES no queda otra que seguir siéndolo o abrir las puertas al nuevo conocimiento y añadir un poco de sal y de luz en todo aquello que desconocemos para sentirnos un poco más informados, conocedores y seguros de todo aquello que queremos hacer en la vida. Es interesante este punto porque es aquí donde vemos la necesidad de abrirnos no solo a nosotros mismos sino también a los demás y a la vida misma, que tiene muchas y diferentes respuestas que darnos. Lo importante es estar abierto y no quedarnos en aquellas que QUEREMOS ESCUCHAR, sino en todas, porque a veces el absurdo tiene más relevancia que lo natural.
Dicen que el hábito hace al monje. Y aquí viene la tercera parte. Cuando tenemos los conocimientos, cuando los hemos asumido, cuando los hemos interiorizado viene la puesta en práctica. Entramos en una etapa de SER CONSCIENTES DE LO QUE HACEMOS. Las primeras fases en todo tipo de trabajo, en un nuevo ejercicio físico o incluso en la elaboración de una receta de cocina, en nuestra manera de interactuar con los demás pasamos a practicar y vivir todo aquello que hemos aprendido. Incluso somos fieles al guión, no queremos saltarnos ni un solo renglón de lo que tenemos que hacer. El hábito, la repetición, la constancia y el conocimiento se aúnan para pasar a una cuarta y definitiva etapa: LA COMPETENCIA INCONSCIENTE.
En esta cuarta etapa cuando hacemos las cosas ya de forma inconsciente. ¿Te has fijado cuando en los bancos, supermercados u oficinas cuando teclean números sin mirar al teclado o en las personas que dominan las tijeras en una peluquería, o en los jugadores de futbol que dominan el balón con una soltura espectacular? Son personas que después de mucho y mucho entrenamientos llegan a la COMPETENCIA INCOSCIENTE y realizan las cosas de forma tan natural que sabes que son especialistas en ello.
Pero la vida nos hace competentes en unas circunstancias e incompetentes en otras, porque la vida es constante evolución, y es por ello que la mejor actitud es la de estar abierto en la vida, y eso solo lo podemos hacer cuando sabemos que no todo lo dominamos; e incluso cuando lo dominamos tenemos que estar abiertos a lo diferentes, porque a lo mejor lo diferente arroja más luz y complementa y perfecciona lo que ya conocemos enriqueciendo nuestra vida.
Es por ello que continuamente tenemos que estar vaciando la taza de nuestra vida, para dejar cabida a nuevos estilos de café, de sabidurías y de conocimientos que nos ayuden a ser más NOSOTROS MISMOS, porque la vida no radica en otra cosa si no en eso, SER NOSOTROS MISMOS que pasan una y otra vez de la Incompetencia Inconsciente a la Incompetencia Consciente y de ahí a la Competencia Consciente para ser unos Competentes Inconscientes para regresar una vez más al círculo que nos mantiene viviendo y disfrutando de la vida.
Ahora sí, el SABER HACER, está íntimamente relacionado con un saber ser y un saber estar en la vida, de lo contrario no nos encontraríamos dentro de un laberinto que no se identifica con nosotros y no forma parte de nuestra entidad. La congruencia sigue formando parte del juego de la vida.
Una Canción: Amaral. Te Necesito
Una presentación: Hoy y no mañana
Una imagen para trabajar tu hemisferio derecho: ¿Cuántas imágenes ves?
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